Villarejo, muy molesto con las descalificaciones (“machista” y “homófobo”) que le lanzó el fiscal en su intervención final. Pese a ser el “garante de la legalidad, olvida la presunción de inocencia y solo busca titulares de prensa”, aseguran fuentes cercanas a la defensa
La Fiscalía Anticorrupción se ha posicionado a favor de investigar los últimos audios conocidos a través de FUENTES INFORMADAS sobre las conversaciones entre el comisario jubilado José Manuel Villarejo y la que fuera secretaria general del PP María Dolores de Cospedal en relación con la conocida como ‘Operación Kitchen’, que versa sobre el presunto espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas a instancias del Gobierno del PP.
Según las fuentes jurídicas consultadas por este periódico, así lo pide Anticorrupción en un escrito donde responde al titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, Manuel García Castellón, después de que el magistrado diera traslado al Ministerio Fiscal y opinara sobre un escrito presentado por el PSOE para que se investigara a Cospedal a la luz del contenido de los nuevos audios.
“Otra pieza separada”
Las citadas fuentes explican que estas conversaciones grabadas no podrán investigarse en la pieza separada destinada a ‘Kitchen’, dado que quedó definitivamente cerrada cuando la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional (AN) rechazó los numerosos recursos -incluidos los de Anticorrupción y el PSOE- que reclamaban reabrir esta línea de investigación para profundizar en la llamada trama política.
Para la acusación popular del PSOE, las grabaciones publicadas ponen de manifiesto la participación de la exdirigente popular en ‘Kitchen’, por lo que entiende que, “si los indicios no eran suficientes”, ahora “se abre la posibilidad (…) de investigarlos, comprobar su veracidad y, en función de lo que se descubra, procesar o limpiar el nombre de la señora Cospedal”.
Cospedal estuvo imputada unos dos meses en ‘Kitchen’ porque entonces el instructor sospechaba que ella y su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, tuvieron una intervención directa en la captación de Sergio Ríos, antiguo chófer de los Bárcenas, para que espiase al tesorero, pero al finalizar las pesquisas el juez dejó a ambos fuera de la causa al considerar que no había indicios suficientes en su contra.
Podemos también pide a García Castellón que incorpore a ‘Kitchen’ los audios de las conversaciones entre Villarejo y Cospedal al estimar que esta podría “no solo haber conocido sino participado” en las presuntas maniobras “para fabricar” pruebas contra el partido y sus líderes.
La formación morada se refiere, entre otros, a un audio difundido el pasado 7 de julio por FUENTES INFORMADAS y El País que refleja una charla que Villarejo y Cospedal tuvieron el 5 de mayo de 2017 en relación al denominado ‘Informe PISA’, donde el comisario ofrece “un tema de la hostia contra Podemos” a la entonces ministra de Defensa y esta responde que lo quiere porque “es una bomba”. También se alude al audio en el que Cospedal habla de una “libretita” del PP donde consta la caja B del partido.
El cierre de Kitchen
Sin embargo, fue el pasado 20 de abril cuando la Sala de lo Penal respaldó la decisión de García Castellón de dar por finalizada la investigación de ‘Kitchen’, denegando las peticiones de reapertura encaminadas a determinar si la orden de espiar a Bárcenas partió del entonces ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, o llegó desde más arriba, Mariano Rajoy.
Los magistrados confirmaron de esta forma el auto donde el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 concluyó que el supuesto espionaje a Bárcenas y su entorno, que se habría puesto en marcha entre 2013 y 2015 desde el Ministerio de Interior para robarle la información sensible que pudiera tener Bárcenas sobre el PP y sus dirigentes, existió y además tuvo éxito.
El juez procesó por ello a once personas, situando a Fernández Díaz como el máximo responsable de ‘Kitchen’. También están procesados el ex secretario de Estado de Interior, Francisco Martínez; el ex director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, Eugenio Pino; Villarejo y los también ex mandos policiales Enrique García Castaño, Marcelino Martín Blas, Andrés Gómez Gordo, José Luis Olivera, José Ángel Fuentes Gago y Bonifacio Díez Sevillano.
“Una causa general que llegará a Europa si nadie lo remedia aquí”
Aún no está claro en qué marco legal podrían investigarse estos nuevos audios, si bien las citadas fuentes indican que una opción sería sumar una nueva pieza separada a la macrocausa sobre el comisario jubilado, la denominada ‘Tándem’. Esta causa está formada ya por más de una treintena de piezas que se han ido desplegando una tras otra a raíz de una denuncia anónima presentada por una persona vinculada con el CNI sobre un único hecho centrado en un delito fiscal en Guinea.
“La denuncia anónima y la activación de esta por parte del CNI y su exjefe, Félix Sanz Roldán, enemigo declarado del señor Villarejo, en connivencia con la Fiscalía y convertida luego en una causa general, proscrita en las leyes españolas e internacionales, o se tiene en cuenta en España o lo tendrán los tribunales europeos”, afirman fuentes próximas la defensa. Eso de que la fiscalía pacte con algunos acusados y solo les pida penas de meses de cárcel que no implican ingresar en prisión y, en cambio, a mi cliente, por los mismos hechos, no se le ofrezca ningún pacto y se le pidan tropecientos años de cárcel es una injusticia de primera magnitud que llegará a Europa si aquí nadie tira de sensatez y lo remedia. Ni la inquisición hacía estas cosas. ¿O es que contra mi cliente vale todo? ¿Pero en qué país y Estado de Derecho vivimos?”, se lamentan las citadas fuentes.
Estos medios añaden: “Aquí, desde el CNI, se ideó una conjura contra mi cliente. Sabían que tenía numerosos audios, que tenía grabada a la amante del rey emérito y decidieron que había que acabar con él y con los audios. ¿Cómo se hizo? Pues metiéndolo como fuera en la cárcel y haciéndole un registro en su casa para quitarle con esa excusa los audios que había grabado a lo largo de sus 30 años como comisario del servicio de Inteligencia. Y eso hicieron, pero ello, en contra de las pretensiones de Sanz Roldán, no evitó que salieran los audios a la luz, que son un reflejo de cómo eran los poderosos de este país y, por tanto, es un servicio a la transparencia y la democracia”, sostienen los citados medios.
Malestar con el fiscal “por los insultos“
Por otra parte, el comisario Villarejo está “muy enfadado” por las descalificaciones e insultos vertidas por el fiscal durante su intervención final en el juicio, donde tachó al comisario de “machista y homófobo”, desbordando así su papel como “garante de la legalidad” en busca de “titulares de prensa”. “Desde luego, un fiscal tiene que ceñirse a los hechos, sin descalificar ni insultar al acusado, no es esa su labor y, si se han utilizado esos términos en un juicio que nada tiene que ver con esos temas, está claro que se sale de su misión y cuanto menos denota inquina y arbitrariedad. Es muy peligroso que un fiscal entre en descalificaciones personales y el tribunal lo deje pasar. Estas cosas luego se verán, en su caso, en los tribunales europeos y dejan en mal lugar a la justicia española”, señalan una fuente de la Fiscalía.