A la deslenguada Ángela Rodríguez, secretaria de Estado de Igualdad y número 2 de Irene Montero, le van los excesos verbales, impropios de un alto cargo del Gobierno
Vicente Mezquita, el bueno, no era el dueño del teléfono que estuvo pinchado durante dos años. El entuerto se deshizo al final del juicio, tras tres años "de tormento", asegura