Hoy: 23 de noviembre de 2024
Irán ha lanzado una lluvia de misiles contra Israel y ha convertido la guerra en Oriente Próximo en un conflicto mundial de consecuencias imprevisibles. Irán ha lanzado cerca de 200 misiles al centro de Israel poco después de que el país se situara en alerta tras la advertencia de las autoridades de Estados Unidos.
Irán toma represalias de esta manera por la muerte el sábado del líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, según ha explicado la Guardia Revolucionaria en un comunicado. La operación sitúa al conflicto en una de sus mayores escaladas desde el 7 de octubre.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han anunciado el inicio de un ataque iraní contra territorio israelí y ha emplazado a los civiles a acudir a los refugios.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres ha condenado “la expansión del conflicto en Oriente Próximo”, con “una escalada detrás de otra”, poco después de que Irán haya lanzado decenas de misiles contra Israel.
Además, un tiroteo en una estación de tren del sur de Tel Aviv ha dejado “múltiples víctimas”, según un balance preliminar del servicio de ambulancias, que ha confirmado que varias de estas personas han sido localizadas inconscientes en la zona.
El incidente ha tenido lugar en la zona de Jaffa en torno a las 19.00 (hora local), ha informado el servicio de ambulancias Magen David Adom en redes sociales. La Policía investiga ya estos hechos como un posible atentado terrorista, según el diario Haaretz.
“Esto tiene que parar. Necesitamos completamente un alto el fuego”, ha dicho, en un escueto comunicado en el que no ha incluido alusiones concretas a ninguno de los actores directamente implicados.
El máximo responsable de la ONU ya había reclamado este mismo martes una pausa de los combates en Líbano, después de que Israel hubiese intensificado sus ataques en suelo libanés e incluso iniciado una ofensiva terrestre.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ordenado al Ejército estadounidense ayudar a Israel a derribar los misiles lanzados por Irán en un ataque reivindicado por la Guardia Revolucionaria iraní como venganza por las muertes del líder político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, y del secretario general del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá.
La Casa Blanca ha informado de que Biden y la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, se encuentran supervisando la situación del ataque iraní contra Israel en Oriente Próximo. “Reciben actualizaciones periódicas de su equipo de Seguridad Nacional”, ha agregado.
Biden y Harris se habían reunido poco antes con su equipo para hablar precisamente sobre la posibilidad de que Irán atacase territorio israelí. “Discutimos cómo Estados Unidos está preparado para ayudar a Israel a defenderse de estos ataques y proteger al personal estadounidense en la región”, ha señalado el presidente en la red social X.
El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, ha afirmado que los sistemas de defensa antiaérea trabajan ya a pleno rendimiento para interceptar los misiles iraníes, si bien ha advertido de que no se descarta la caída de alguno de ellos y ha instado a la población a acatar las instrucciones de las autoridades.