Hoy: 22 de noviembre de 2024
El comisario José Manuel Villarejo, que este martes se sienta en el banquillo por presuntamente ordenar grabar y difundir una reunión del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre Francisco Nicolás Gómez Iglesias alias El Pequeño Nicolás, ha acusado a la vicepresidenta del Gobierno en la etapa de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, de utilizar los servicios secretos españoles como si fueran una agencia privada de detectives.
En el momento en el que ha llegado a la Audiencia Provincial de Madrid y en declaraciones a los medios de las que ha informado Europa Press que ha recogido FUENTES INFORMADAS, Villarejo ha criticado a Santamaría por instrumentalizar el CNI, “un cuerpo” al que considera “tan importante y fundamental para la seguridad del Estado”. Así, ha explicado que su objetivo fue “perseguir y pincharle el teléfono a un jovenzuelo”, en alusión a Francisco Nicolás Gómez Iglesias.
“Lo más aberrante es que esta señora haya utilizado el CNI como si fuera una agencia de detectives privados porque un jovenzuelo estaba hablando de ella”, ha sentenciado.
Por otra parte, Villarejo ha afirmado que afronta este juicio con “mucha ilusión” porque entiende que “por fin” va a haber una “catarsis” con la que se va a “demostrar” que una institución como el CNI fue utilizada por “un individuo que ya no está afortunadamente, en su venganza personal”, en una velada referencia al exdirector del centro, Félix Sanz Roldán.
“Confío en que este tribunal vea todo el cúmulo de errores e ilegalidades que se han cometido en la instrucción”, ha sugerido antes del juicio el comisario. La Fiscalía solicita cuatro años de prisión para él por presuntos delitos de descubrimiento y revelación de secretos.
Sin embargo, el propio Villarejo ha querido destacar que el fiscal del caso durante “todo el tiempo estuvo quejándose de que era una investigación prospectiva, gratuita y contraria a derecho”, por lo que espera que ahora “explique” por qué “cambia de opinión”: “No sé qué habrá pasado”, se pregunta.
Y ha criticado que la grabación por la que se le va a juzgar junto a su pareja, Gemma Alcalá, y un periodista tiene “mala calidad y está manipulada”, descartando que sea una revelación de secretos.
A su juicio, hay que cuestionarse cómo el fiscal dice que el CNI “no tiene nada que ver”, al tiempo que se ha preguntado “quién inicia esta investigación si no es el CNI” y “qué hace” el servicio de inteligencia “reuniéndose con miembros de la Policía cuando no es policía judicial y en una causa, además, que estaba secreta”.