Hoy: 27 de noviembre de 2024
La falta de asepsia en las responsabilidades humanas, por descarada, empieza a ser preocupante. En cualquier alternativa, ya se conocen de antemano los resultados, depende de quien haya puesto en el camino las señales indicadoras. Antes, al menos, nos refugiábamos en los partidos de fútbol, pero en la actualidad hasta los árbitros, según de dónde vengan y quiénes les paguen, son blancos o azulgranas. Con esta falta de rigor es muy difícil organizar la filosofía de la vida.
A nadie puede extrañarle entonces que las actuales generaciones estén confundidas sobre la verdad de lo que está pasando. Si me levanto animoso y quiero conocer las heroicidades benefactores del Presidente de Gobierno, ya sé a qué canal o diario he de acudir. Si, por el contrario, invoco a la dignidad y al sentido común, tengo otros cauces, muy pocos, porque a esos se les restringen las subvenciones. Más aún, si deseara ahondar en el desprestigio del papa, para eso están los curas de Toledo; si al prestigio de su vicariato, rezo con la multitud de los sensatos… ¡Esto es un sinvivir!
Nos queda sin contestar la gran pregunta: ¿A quién iremos, Señor, con lo que está cayendo?
Siempre a Dios y a nuestras conciencias.
La divina providencia tiene memoria
para que los escandalos tengan castigo.
Hoy nos escandalizamos todos los dias y es imperdonable que queden impunes esos actos contra todo y contra todos.