Hoy: 23 de noviembre de 2024
Un fallo en el sistema de propulsión, que está provocando una pérdida crítica de propulsor, ha complicado los primeros compases del viaje a la Luna del aterrizador Peregrine de EEUU.
“El equipo está trabajando para intentar estabilizar esta pérdida, pero dada la situación, hemos priorizado maximizar la ciencia y los datos que podemos capturar. Actualmente estamos evaluando qué perfiles de misión alternativos pueden ser factibles en este momento”, explica Astrobotic, fabricante de la misión, en una actualización de una serie de comunicados sobre el problema.
Después de separarse con éxito del cohete Vulcan de United Launch Alliance, tras el lanzamiento de este 8 de enero, el módulo de aterrizaje lunar Peregrine de Astrobotic comenzó a recibir telemetría a través de la Red de Espacio Profundo de la NASA.
Tras la activación exitosa de los sistemas de propulsión, Peregrine entró en un estado operativo seguro, que afectó a las comunicaciones. Se produjo una anomalía que impidió a Astrobotic lograr una orientación estable hacia el Sol, y hacer posible una aterrizaje controlado en la Luna.
Mediante una maniobra improvisada, el equipo logró reorientar el panel solar de Peregrine hacia el Sol lo que hizo posible cargar la batería. Sin embargo, el fallo de propulsión incluye una pérdida crítica de combustible.
Primera misión de EE UU a la superficie lunar en más de 50 años, Peregrine es una misión contratada por la NASA con empresas privadas, y aloja varios instrumentos científicos de la agencia espacia
La empresa estadounidense United Launch Alliance (ULA) lanzó este lunes desde Florida su nuevo cohete Vulcan Centaur con el módulo Peregrine cargado de instrumentos de la NASA para analizar la superficie de la Luna.
El despegue ocurrió como estaba previsto a las 2.20 hora local (8:20 en horario peninsular español) desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 41 de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en el centro de Florida.
El lanzamiento se había programado para Navidad, pero la necesidad de más tiempo para un ensayo general del nuevo cohete portador Vulcan de ULA (United Launch Alliance) ha retrasado al 8 de enero el lanzamiento de la Misión Peregrine 1 (TO2-AB), o módulo de aterrizaje lunar Peregrine.
El aterrizador robótico transporta cargas científicas y de otro tipo a la Luna, y tiene previsto posarse en la superficie lunar en Sinus Viscositatis (Bahía de la Pegajosidad), adyacente a los Domos Gruitheisen en el borde noreste de Oceanus Procellarum (Océano de Tormentas).
Los objetivos científicos de la misión son estudiar la exosfera lunar, las propiedades térmicas y la abundancia de hidrógeno del regolito lunar, los campos magnéticos y el entorno de radiación. También probará paneles solares avanzados.
Peregrine Mission 1 fue seleccionada a través de la iniciativa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA, en la que la NASA contrata a un socio comercial, en este caso Astrobotic, que proporciona el lanzamiento y el módulo de aterrizaje.
Peregrine Mission 1 tiene aproximadamente 1,9 m de alto y aproximadamente 2,5 m de ancho. Es un cuerpo principal en forma de caja que se asienta sobre cuatro patas de apoyo, informa la NASA.
La misión transportará unas 10 cargas útiles de distintos tipos; el módulo de aterrizaje tiene una capacidad de masa de carga de 90 kg.
Además de la carga para la NASA, relacionada con su programa Artemis de regreso a la Luna, el Vulcan partió también con muestras de ADN de expresidentes estadounidenses y restos incinerados de actores de la serie televisiva ‘Star Trek’ para la compañía privada Celestis con destino al “espacio profundo”.
Además de la NASA, el módulo lunar Peregrine también lleva instrumentos científicos de siete países, entre ellos una “ambiciosa” misión mexicana con diminutos robots para estudiar la superficie lunar. Los robots han sido desarrollados por el Laboratorio de Instrumentación Espacial del Instituto de Ciencias Nucleares (LINX-ICN), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Después de una órbita terrestre de 3 a 33 días y un crucero hacia la Luna, seguido de una fase de órbita lunar de 4 a 25 días, está previsto que el aterrizador opere en suelo lunar durante unas 192 horas.