Hoy: 3 de diciembre de 2024
Todavía se desconoce las causas del brote de hepatitis aguda en niños que ha provocado 650 casos, según ha reconocido la Organización Mundial de la Salud (OMS). La enfermedad ya ha costado la vida a nueve niños en todo el mundo y ha obligado a realizar trasplantes de hígado a otros 38. Los primeros casos de la enfermedad se dieron a conocer en abril, según informa ABC.
Según la OMS, un total de treinta y tres países han comunicado al menos un caso desde el 23 de abril, cuando se hicieron públicas las primeras informaciones sobre la enfermedad. En total se trata de 650 casos confirmados y otros 99 que todavía están en estudio. Europa es la zona que concentra la mayor parte, y Reino Unido con 222 casos, el país más afectado, seguido por Estados Unidos, con 216.
La OMS reconoce que los casos diagnosticados en estos últimos meses de hepatitis aguda en niños «son clínicamente más graves» que los que se conocían hasta ese momento. Una virulencia que le ha costado la vida a nueve niños y obligado al trasplante de hígado en el 6% de los casos, 38 en total. La enfermedad tiene un tinte aún más dramático pues la mayor parte de los casos(un 75,4%) se concentra en niños menores de 5 años.
Frente a ello, la OMS señala dos graves problemas: todavía no ha sido capaz de identificar el origen del brote y, además, teme que la ausencia de datos de ciertos países esté contribuyendo a subestimar el número de casos reales.
La primera es muy preocupante, porque el hecho de que «la etiología de esta hepatitis aguda grave sigue siendo desconocida y continúe bajo investigación», implica desconocer la «fuente y el modo de transmisión», por lo que «no se puede evaluar completamente la probabilidad de una mayor propagación».
Aunque la organización reconoce que aunque se han detectado SARS-CoV-2 o adenovirus en varios de los casos, «los datos notificados a la OMS son incompletos» y que el «papel de estos virus en la patogénesis aún no está claro». Según afirman «si bien el adenovirus es una hipótesis plausible como parte del mecanismo de patogenia, se están realizando más investigaciones sobre el agente que lo causa».
El informe aclara que «la asociación aparente identificada con adenovirus podría ser un hallazgo accidental debido a que las pruebas de laboratorio se han mejorado en este sentido por los mayores niveles de transmisión comunitaria de adenovirus», por lo que la investigación sobre las causas sigue abierta.
Lo que los datos parecen descartar es la relación de los casos con los efectos secundarios de las vacunas del covid. Dada la corta edad de los afectados, la mayor parte de ellos no habían entrado todavía en programas de vacunación. El 84 % de los casos en que se tiene datos sobre la cuestión no habían sido vacunados.
Ante estas circunstancias, la OMS «recomienda encarecidamente a los Estados miembros que identifiquen, investiguen y notifiquen casos potenciales que se ajusten a la definición» de la enfermedad. Además, también recuerda que «cualquier vínculo epidemiológico entre los casos podría proporcionar pistas para rastrear la fuente de la enfermedad», por lo que se debe revisar toda la información temporal y geográfica de los casos, así como sus contactos, en busca de posibles factores de riesgo.