Estados Unidos ha llevado a cabo un ataque militar en el sur del Caribe y ha destruido una lancha que había zarpado de Venezuela. Según imágenes difundidas por el Gobierno estadounidense, los 11 tripulantes a bordo fallecieron, aparentemente por el impacto de un misil. La Casa Blanca ha destacado la operación como un acontecimiento importante en la lucha contra el narcotráfico.
Según lo que ha declarado el ministro de Comunicación de Venezuela, Freddy Náñez, el Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, estaría utilizando inteligencia artificial (IA) para generar desinformación y crear un video falso de un ataque a un buque venezolano.
— Globovisión (@globovision) September 3, 2025
En sus redes… pic.twitter.com/ZqlwNQbdS7
Este ataque aumenta la presión sobre Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos acusa de liderar un cartel de drogas a nivel internacional. Durante una comparecencia televisada, Maduro no ha hecho referencia directa al incidente, aunque ha finalizado con la canción antiestadounidense Tiburón de Rubén Blades, un gesto que algunos interpretan como irónico.
En las útlimas semanas, Trump ha desplegado tres destructores, aviones de espionaje P-8, acorazados y un submarino nuclear en algún punto del Caribe. Aunque su ubicación exacta no se conoce, los expertos consideran que operan cerca del límite con las aguas internacionales venezolanas. La demostración de fuerza busca intimidar tanto a los carteles de drogas como a Maduro directamente.
En Venezuela, el presidente ha reaccionado desplegando tropas en la frontera y animando a la población a integrarse en milicias locales para resistir una posible incursión militar estadounidense, a pesar de la clara desventaja en capacidad militar frente a EE UU.
El Departamento de Estado estadounidense señala que Maduro lidera el denominado Cartel de los Soles y lo ha declarado organización terrorista, lo que justificaría acciones militares contra él. Sin embargo, hasta el momento no se han presentado pruebas públicas que lo vinculen directamente con esta organización criminal.
Maduro afronta así uno de los momentos más críticos de sus 12 años en el poder. Aislado internacionalmente desde que se autoproclamó ganador de unas elecciones ampliamente cuestionadas el año pasado, se enfrenta ahora a una presión militar y política sin precedentes que amenaza su estabilidad y la del Gobierno chavista.