El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha propuesto a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, celebrar en Moscú la reunión bilateral que este último reclama, aunque sin ofrecer ninguna concesión sobre la invasión iniciada en febrero de 2022.
«Si Zelenski está listo, que venga a Moscú», ha afirmado Putin durante una rueda de prensa en la que ha explicado que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le pidió expresamente acceder a este encuentro bilateral.
Desde China, donde ha comparecido ante los medios, Putin ha reiterado que «sigue en pie» la invitación para que Trump visite Moscú, aunque reconoce que no hay planes concretos al respecto. Asimismo, ha elogiado el trabajo de los actuales mediadores, incluido el enviado estadounidense Steve Witkoff.
Respecto al conflicto en sí, el mandatario ruso ha asegurado que todavía existe margen para ponerle fin y alcanzar «una solución aceptable» si prevalece «el sentido común». No obstante, en el terreno militar, ha señalado que son las Fuerzas Armadas de Rusia las que llevan la iniciativa y «avanzan en todas direcciones», mientras que la parte ucraniana, según él, solo se limita a «tapar huecos».
Un día antes de la reunión de los países aliados de Ucrania dentro de la Coalición de Voluntarios, Putin subrayó que las garantías de seguridad que exige Zelenski tienen para Moscú ciertas líneas rojas. «La seguridad de un país no puede garantizarse a expensas de otro», afirmó, criticando, por ejemplo, la posible adhesión de Ucrania a la OTAN.
El presidente ruso también lanzó una advertencia sobre la eventual transferencia a Ucrania de activos rusos congelados por las sanciones, señalando que este tipo de medidas podría causar «un daño inmenso» a la economía mundial.