Hoy: 28 de noviembre de 2024
Estaba yo presente en aquella eucaristía novenaria cuando, exaltando a la patrona de la ciudad, muy querida y venerada, el predicador inició su homilía: “Hijos de Cabra, vuestra Madre está en la Sierra”. Aquella ocurrencia fue muy comentada en los círculos religiosos y hasta puede que llegase a los oídos de la recientemente nombrada Presidenta del Consejo de Estado, doña Carmen Calvo, egabrense de postín.
Cabra es tierra de ministros: Solís Ruiz, uno de los más recordados, que fue llamado la sonrisa del Régimen, presumía del gentilicio gracias al latín, que evitó a los de Cabra ser nombrados de otro modo.
La señora que ha de aconsejarnos estatalmente la tengo yo por filósofa de cabecera, ya que de vez en cuando, alumbra frases antológicas, dignas de ser esculpidas en oro sobre el Templo de Salomón, si existiera. Luego de hablar esta vez, tras la sentencia, descansó: “Entiendo la monogamia como sucesiva; porque, impuesta a modo de sacramento, es un sindiós”.
Si llega a escucharla su Patrona, a la sierra se hubiera ido definitivamente.