Hoy: 23 de noviembre de 2024
La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, el tribunal que juzga al comisario José Manuel Villarejo por tres de las piezas separadas del caso ‘Tándem’, ha acordado citarle para este próximo jueves, 1 de septiembre, setenta días después de sufrir el accidente cerebrovascular, para que se someta a un reconocimiento a manos del médico forense, con el fin de conocer si está en condiciones de poder asistir al juicio oral que se reanuda el día 5.
La citación, confirmada oficialmente, llega después de que el pasado 17 de agosto el forense de la Audiencia Nacional informara al tribunal de que no había podido hacer el reconocimiento médico al comisario en su casa porque cuando se acercó a la puerta no le abrió nadie, pese a llamar insistentemente.
Sin embargo, fuentes cercanas a la defensa de Villarejo aseguran que el forense ni llamó previamente antes de ir, ni se coordinó con la policía, tal como le había indicado el tribunal. Al parecer fue por su cuenta, y al llamar este no debieron oírle, porque el comisario se encontraba en esos momentos en el jardín. El forense hizo su primer informe sin examinar a Villarejo y sólo se basó en los informes hospitalarios que aportó al tribunal el abogado del comisario.
Cabe recordar que el Tribunal que le juzga decidió mantener las sesiones previstas para julio a pesar de que el comisario avisó de que había sufrido un ictus. No obstante, le eximió de comparecer hasta septiembre y pospuso hasta entonces cualquier intervención que competiera a su defensa, a fin de que se recuperara.
El forense, en su informe, reprochó la insistencia de la magistrada presidente, Ángela Murillo, en hacer el examen en un mes inhábil como agosto, pero indicó que a pesar de no haberle visto, con la información disponible no veía inconveniente en que acudiera al juicio en septiembre.
Sin embargo, la ley obliga al Tribunal, cuando un reo enferma, a que ordene al forense a que le examine de forma inmediata. En este caso, el forense le ha reconocido casi dos meses después del accidente cerebro-vascular que sufrió Villarejo a finales del pasado mes de junio.
En el informe hecho por el forense explicaba que el episodio sufrido a finales de junio «no debería ser un obstáculo insalvable para el desempeño de sus actividades habituales, ya que el dolor es posible controlarlo con la toma de analgésicos». El forense se ha basado solo en los informes hospitalarios pero no en una exploración personal como manda la ley. Y la que hizo a finales de agosto es de casi dos meses después de la lesión.
Sobre la posible visión doble –que según apuntó «puede llegar a ser incapacitante»–, dijo que «puede controlarse» con gafas con prisma.
Y recordó que Villarejo el año pasado llegó a acudir a los tribunales con un parche en el ojo izquierdo por «un episodio similar».
Así las cosas, el forense aseguraba que si la evolución clínica sigue «un curso normal y sin complicaciones», no veía inconveniente para que Villarejo pudiera acudir el 1 septiembre a las instalaciones del Instituto de Medicina Legal para su exploración.
Se da la circunstancia de que, ante la insistencia del tribunal de enviar a la Policía y al médico forense al domicilio de Villarejo, la defensa del comisario ha presentado un incidente de recusación contra los magistrados Ángela Murillo, Carmen Paloma González y Fermín Javier Echarri «por pérdida sobrevenida de la debida imparcialidad judicial objetiva y subjetiva» al consideran que la orden que dio la Audiencia Nacional al forense sugería las conclusiones de su informe en el sentido de declarar apto al comisario para que estuviera presente en la vista. El comisario tiene un párpado caído y serias dificultades para leer, lo que le impide poder defenderse en la vista, ya que, en su condición de abogado está actuando como codefensor en su causa.