Como no sólo de pan vive el hombre, soy de los que seriamente se alegran cuando en el fútbol ganan los buenos adversarios, aunque no sean de mis preferencias
Vivimos una sociedad convulsa, ahíta de bochornos, ajena a las verdades, desprovista de valores, manipuladora de insignificancias y maestra de buscarle cinco pies al gato hasta que por fin se los encuentran o simulan en su andar una retranca
Antes de cerrar los ojos, los labios y el corazón Felipe II llamó a su heredero en un aparte, prescindiendo de la pompa que se acostumbraba en estos trances, para bisbisearle: “Hijo mío, no quiero pasar de este mundo al Padre sin
Me correspondió el Cerro Muriano para cumplir con el servicio militar. Allí fui entrenado en lo que nunca había hecho: pegar tiros a las sombras, desfilar a temperaturas cordobesas, robar las gorras robadas, comer rancho y conocer a más de cien compañeros
Como quien se extravía de las buenas costumbres, da una cierta palpitación escribir hoy aquella sentencia de José Antonio Primo de Rivera: “España es una unidad de destino en lo universal”. Aún estoy por averiguar si es políticamente incorrecta la expresión por
La falta de asepsia en las responsabilidades humanas, por descarada, empieza a ser preocupante. En cualquier alternativa, ya se conocen de antemano los resultados, depende de quien haya puesto en el camino las señales indicadoras