Curiosamente, la misma persona que no puede salir a la calle porque le abuchean es la que no permite que pernocte en Madrid a quien aplauden con intensidad y “vivas” cada vez que aparece
Nuestro Presidente de Gobierno tiene últimamente cara de turbación contenida, como si le asaltara esa vieja melancolía que aparece cuando se tiene conciencia irremediable de haberse equivocado. En el rostro que puso cuando fue a visitar el osario de Cuelgamuros, vestido de
Nadie merece ser asesinado por muy asesino que sea. Por eso, las sangres de todas las guerras son nuestras sangres y, lejos de lamentar las consecuencias, lo que debe hacerse es evitarlas. Que luego todo se va en tú tuviste la culpa
Debe ser un tormento para la presidenta de la Comunidad de Madrid saberse vigilada hasta el punto de conocer a qué piso entra, quién espera dentro, si es para comer o para acostarse y qué hace, por fin, cuando se acuesta, si
Entre distintas interpretaciones me inclino por considerar que las mujeres vestidas de mantilla en la Semana Santa nacieron para acompañamiento de la Virgen en la tortura del Hijo muerto. Damas piadosas ponen todavía sus guantes y sus dedos en las cuentas del