Hoy: 27 de noviembre de 2024
Vivimos una sociedad convulsa, ahíta de bochornos, ajena a las verdades, desprovista de valores, manipuladora de insignificancias y maestra de buscarle cinco pies al gato hasta que por fin se los encuentran o simulan en su andar una retranca. Los jóvenes de aquí se van a otros países buscando sabidurías equilibradas, justicias en mejor acoplamiento, trabajos fijos, continuos y bien remunerados. En compensación, vienen los mayores de Europa solicitando sol, buenas comidas y la diversión asegurada en el circo de tanta impertinencia.
Demostramos con los hechos cada día que en España somos diferentes. Si alguien se atreve a escuchar una sesión de control en el Congreso o Senado, verá que ninguna señoría responde a lo requerido: se van por los cerros de Úbeda en las respuestas. Si se pide café, ofrecen chocolate, si se exigen cuentas en las contrataciones citan a la Divina Comedia. Y así. A una compañera de colegio le preguntó la maestra el año del descubrimiento de América y quiso remediarlo fabulando con las castañuelas de Lucero Tena.
El mejor escondite a las preguntas incómodas no son los silencios, sino la interpretación más festiva de Las Bodas de Luis Alonso.
Pedrouve, sosteniendo su Candil en las tinieblas. Este País cada vez más ajeno. Los sucesos son de otros y el resto de los mortales no somos el motor de la historia. Creemos hacer camino y
sólo deambulamos por sendas marcadas. El estar contra algo no nos convierte en partícipes de nada.