Hoy: 23 de noviembre de 2024
Este tres de mayo se cumplen 30 años del primer Día Internacional de la Libertad de Prensa. Una fecha en la que Reporteros Sin Fronteras (RSF) publica una clasificación de 180 países y su grado de respeto al ejercicio del periodismo. Una costumbre que empezó en 1991 con el primer ‘Informe anual sobre la libertad de prensa’.
El 20 abril de ese año, a iniciativa de RSF, varios medios se movilizaron en Francia para celebrar el primer Día Internacional de la Libertad de Prensa. “Las radios y televisiones emitirán vídeos sobre la vida de periodistas encarcelados, mientras que, el sábado, los periódicos dedicarán editoriales y crónicas a la libertad de prensa. Todos animan a apadrinar a un periodista en prisión”, anunció el periódico Le Monde un día antes de la convocatoria.
La ministra francesa de Comunicación, Catherine Tasca, y el entonces director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, fueron algunos de los padrinos del evento.
Sin embargo, unos días después, otro hecho fue el que consolidó la oficialidad de la celebración. Del 29 de abril al 3 de mayo, en un seminario de la Unesco, 60 periodistas africanos elaboraron un documento que estableció los principios de la libertad de prensa. Este episodio se conoce como la Declaración de Windhoek, la capital de Namibia. Su eco significó el reconocimiento oficial del Día Internacional de la Libertad de Prensa por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas.
“Periodistas y editores son víctimas de represión en muchos países -son objeto de asesinatos, arrestos, detenciones y censura“, reza una parte del documento sobre la realidad de entonces en África. Además, menciona otras formas de cancelación como los sistemas de licencia, las restricciones a la concesión de visas y las limitaciones a la circulación de los diarios.
Ante este drama, el documento propone que asociaciones profesionales subvencionen la creación de nuevos medios no gubernamentales. Una manera para escapar de cualquier control político y económico de las élites.
La relevancia de la Declaración de Windhoek hizo que la Unesco propusiera, en noviembre de 1991, la creación del ‘Día Internacional de la Libertad de Prensa’. Curiosamente, la institución no mencionó a RSF en la idea de crear esta celebración.
A pesar de que esta organización defendiera el 3 de mayo como fecha. Un reclamo que surgió tras advertir una alta funcionaria del organismo perteneciente a la ONU que un 20 de abril nació Hitler.
Tras el reconocimiento de una fecha para concienciar sobre los peligros que corre la libertad de informar en muchos rincones del planeta, cada año se publican datos que reflejan este problema. RSF es de las organizaciones que más se preocupa por realizar dicho análisis.
En la clasificación de 2023, RSF refleja que ha habido un aumento de la hostilidad hacia los periodistas y un incremento de la censura. Además, el desarrollo de la inteligencia artificial supone una amenaza en el “auge de la industria del engaño”, según la asociación.
Noruega lidera la clasificación de libertad de prensa por séptimo año consecutivo, seguido por Irlanda y Dinamarca. En el lado contrario, Corea del Norte cierra la lista, en el puesto 180º. Después de este país, China y Vietnam encabezan el ranking por la cola. No muy lejos de estos se encuentra Rusia, en la 164ª posición.
Por su parte, EE UU baja tres puestos, al 45º. Especialmente, por cambios en los marcos jurídicos locales y la violencia extendida en el país norteamericano.
El caso de España tampoco es muy halagüeño. Desciende cuatro puestos, al 36º. Sobre todo, por el empeoramiento del indicador legal y jurídico. Los artículos más polémicos y perjudiciales para la libertad de información de la conocida como ley Mordaza siguen vigentes, según la RSF. Una reforma bloqueada en el Congreso, y una de las promesas del Gobierno para la actual legislatura.
Otro aspecto a destacar es el problema de la polarización en España, consecuencia de la incapacidad de varios medios “de respetar los imprescindibles límites entre la información y la opinión”.