Hoy: 23 de noviembre de 2024
El ciberacoso o ciberbullying es un hecho que se ha potenciado cada vez más con el desarrollo de las nuevas tecnologías. En este artículo se explicará su definición y se darán algunas pautas o consejos sobre cómo actuar ante esta situación, entre otras cuestiones.
Pues bien, el ciberbullying es un tipo de acoso que usa los medios digitales con la finalidad de acosar o molestar a ciertas personas, mediante ataques personales, divulgación de información personal o falsa, entre otros medios. Por lo general, suele ocurrir en redes sociales, plataformas de mensajería, plataformas de juegos y teléfonos móviles.
En realidad, existe más de una diferencia entre estos dos fenómenos. Lo cierto es que están íntimamente ligados, ya que ambos usan técnicas abusivas contra las personas y contribuyen a la desestabilización emocional de estas.
La principal diferencia radica en que Internet y los dispositivos tecnológicos favorecen la confianza de los agresores, se vuelven más impulsivos y más agresivos, y se comportan de una manera diferente a como lo harían cara a cara. ¿Por qué ocurre esto?
Muchas personas creen estar pasando por una broma. Por ello también es importante saber cuándo se está bromeando o cuándo se está produciendo el ciberacoso. Existen varios indicios que demuestran este tipo de acoso.
Entre ellos se encuentran los mensajes extraños o perturbadores por parte de usuarios anónimos o falsos. También la recopilación y publicación privada de una persona con el fin de intimidar o humillar. Asimismo, la acción deliberada de un adulto que se hace pasar por otra persona y utiliza Internet para acosar sexualmente. Por último, se considera víctima de ciberacoso aquella persona que recibe mensajes, fotografías o vídeos de carácter sexual.
Una vez se hayan detectado las manifestaciones de un posible acoso, es muy importante que la víctima comunique esta situación a adultos de confianza que estén a su alrededor. A partir de ahí, lo más aconsejable es actuar de la siguiente manera:
Si la víctima se trata de un niño menor, es aconsejable que los padres también sigan unos pasos para calmarlo. En primer lugar, la empatía, la cercanía y el saber escuchar a la víctima son claves ideales para comenzar este proceso de ayuda. Reforzar su autoestima y no culpabilizar también son parte del plan. La víctima tiene que sentirse acogido y protegido.
Por lo general, son muchas las personas afectadas por este tipo de amenazas online. Es muy importante alertar sobre este problema que cada vez se está dando con más frecuencia y concienciar a las víctimas de que no están solas.