Hoy: 23 de noviembre de 2024
La Sala Penal del Tribunal Supremo ha condenado a 24 años de prisión a una mujer que mató a otra prendiéndole fuego tras rociarla con gasolina en la vivienda de la víctima en Murcia, en septiembre de 2018. La sentencia considera a la acusada responsable de un delito de asesinato, en concurso con un delito de incendio y dos delitos de lesiones, estos dos últimos sobre la pareja y la suegra de la fallecida, que acudieron a socorrerla.
El Supremo estima parcialmente el recurso de la acusada contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, que confirmó la condena de 25 años de prisión que impuso en primera instancia un tribunal del jurado de la Audiencia de Murcia, y retira la apreciación de la agravante de ensañamiento, al considerar que en los hechos probados no se recogen los elementos necesarios para tener en cuenta esa circunstancia agravatoria. La acusada había argumentado al respecto que el incendio con el que se desarrolló la acción ya había sido valorado para fundar la agravante de alevosía y no constaban elementos de la agravación específica del ensañamiento.
Sin embargo, el Supremo solo reduce la pena de 25 a 24 años de prisión ante “la gravedad de los hechos, la crueldad expresada, la futilidad del móvil y la grave repercusión vital, familiar y humana del hecho”, un asesinato con un doble concurso ideal con un delito de incendio con dos delitos de lesiones.
En los hechos probados se señala que, tres días después de haberse producido una pelea entre acusada y víctima, la primera fue a la vivienda de la segunda, que ante la insistencia le abrió la puerta de su vivienda, “momento que aprovechó (la primera) para, decidida a causar la muerte de …, arrojar, de forma rápida y por sorpresa, la gasolina que contenía la botella de plástico que llevaba sobre el cuerpo de …, prendiendo simultáneamente con un encendedor la gasolina arrojada, que se inflamó de modo inmediato, sin que … pudiera reaccionar ante esa acción de (la acusada), viéndose envuelta en llamas, lanzando gritos de dolor y pidiendo auxilio”. La mujer, de 38 años, murió al día siguiente en el hospital.
La sentencia del Supremo confirma las indemnizaciones de 100.000 euros para la pareja y cada uno de los cinco hijos de la fallecida, establecidas por la Audiencia de Murcia, así como el resto de penas.