Una finca de 45.000 m2 en Marruecos: el “regalo envenenado” que el emérito puso a nombre de Corinna para “blanquear” dinero

26 de agosto de 2022
9 minutos de lectura
Villarejo. Corinna. Juan Carlos. Mohamed VI
De izquierda a derecha; el excomisario José Manuel Villarejo; la expareja del rey emérito, Corinna Larsen; el antiguo jefe de Estado, Juan Carlos I; y, el monarca marroquí, Mohamed VI.

La propiedad, según Corinna, se la regaló Mohamed VI al emérito. “Usted nos ha pedido que le regalemos una propiedad, ha hecho el montaje financiero y ahora quiere cancelarlo. Pero no vamos a darle el precio que hemos hecho de la valoración”, asevera que dijeron los marroquíes al entorno de Juan Carlos I

Extracto de la conversación entre Corinna Larsen y José Manuel Villarejo.

La examante del rey emérito, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, le relata al excomisario José Manuel Villarejo que el monarca marroquí, Mohamed VI, le regaló una propiedad de 45.000 m2 cerca de la ciudad de Marrakech. Una finca que a su vez don Juan Carlos puso a nombre de Corinna para, en su opinión, blanquear dinero, lo que se acabó convirtiendo en un “regalo envenenado” (min. 2:19). “Canonica [Dante Canónica, el abogado y uno de los testaferros del antiguo rey de España] ha viajado a Marruecos a verse con el brazo derecho del rey. Para mí, eso huele a blanqueo” (min. 3:25), sentencia la princesa alemana. Se trata de una conversación del 7 de octubre de 2016 entre ella y el excomisario en el restaurante londinense Santini que este viernes difunde en exclusiva FUENTES INFORMADAS.

El antiguo policía, que ya se había citado con Corinna en dos ocasiones con anterioridad, ya se había ganado su confianza. Por lo que, le confiesa uno de los secretos que guardaba don Juan Carlos: utilizó a su expareja como pantalla al ponerla como propietaria de esa finca con el fin de lavar dinero negro, algo a lo que ella se negó. Este es un nuevo capítulo del serial que este medio está publicando sobre las revelaciones Corinna Larsen, que ya se avanzaron hace dos años por Okdiario.

“Hacen cosas que son peligrosísimas. Le han puesto [a Juan Carlos I] una propiedad del Rey de Marruecos. Él dice que yo la he comprado para devolverle la propiedad después. Han utilizado al abogado Canonica para estudiar si pueden devolver esta propiedad. Si el emérito no sabe lo que quiere hacer, nosotros no podemos ponernos en una situación… Qué quieres que haga con una propiedad de nueves acres [alrededor de 45.000 m2]. No tiene nada en esta propiedad. Hay camellos. No hay electricidad. Mira, tienes que hacer una inversión de 10 o 15 millones…” (min. 0:17), declara la empresaria de origen alemán.

La princesa viene a decir que ese terreno es inservible, baldío y que la inversión para hacerlo habitable sería tan costosa que no merecería la pena. Una propiedad, que por la información que aportó el citado digital, nunca se llegó a utilizar a causa del estado en el que se encontraba. Es más, según se deduce de anteriores entregas, en la grabación correspondiente al 16 de abril de 2015 entre el expresidente de Telefónica y ellos dos se apunta que si Corinna llegara aceptar ese ‘regalo’ sería cómplice de blanqueo de capitales: “‘Quiero hacer esta transacción pero te necesito en medio para no se qué’ [asegura Corinna que le dijo Canonica]. Si tú dices sí, es tu responsabilidad. (…) Llamas a tu abogado y dice: ‘No puedes hacer esto, es blanqueo de dinero. Vas directamente a la cárcel'”. Están poniéndome una presión bárbara para devolverle las cosas, pero en el momento que lo haga ‘cometo un delito’ [lo expresa en inglés]”.

En esa misma cinta, Juan Villalonga, el enlace entre Corinna y Villarejo, cuenta lo que don Juan Carlos le dijo cuando se reunió con él sobre aquella finca: “A mi él (Juan Carlos I) no me conocía de nada. Sólo tuve dos reuniones con él. Pero cuando me voy a comer con él me dice sobre ti [sobre Corinna]: ‘Me tiene atado completamente’. Entonces, me menciona el tema de Marruecos. Y me dice: ‘El terreno se lo ha quedado ella’. El terreno del Rey de Marruecos. El de Marrakech”

Corinna se encontraba en una situación comprometida, en un impasse. No podía ni venderlo ni aceptarlo. “A lo mejor vale dos millones de euros pero la cuestión no es lo que vale el terreno, es que no se puede venderlo… Lo segundo, ¿cómo vas a vender un terreno que no tiene nada? Es como si te dan un pedazo de desierto en Arabia Saudita”. Ella prosigue describiendo los problemas que tiene el terreno en cuestión: “¿Qué haces? Si no desalinas el agua, no sé… Entonces, el regalo es envenenado. (…) Te costaría por seis para construir algo… A mí no me sirve para nada. Pero es el emérito que ha mandado a Canonica que trabaja con el primo [para Álvaro de Orleans-Borbón], es quien me ha pedido que lo haga” (a partir del min. 1:45).

Los marroquíes: “Usted nos ha pedido que le regalemos una propiedad, ha hecho el montaje financiero y ahora quiere cancelarlo”

Canonica tuvo un papel clave en esta operación ilícita. Fue quien la instigó con el conocimiento de Juan Carlos I. Villarejo insiste en cómo ejecutaron “el transfer” (el traspaso de la propiedad). Larsen mantiene no haber “puesto un pie dentro de esto”. “Pero si después lo ponen a través de Canonica a mi nombre y me lo dicen después, eso no es su problema”, agrega. El policía jubilado pregunta: “: ¿Cómo lo hacen sin contar contigo, sin pedirte permiso?”. Ella contesta: “Ha sido un regalo. (…) Me piden devolver el terreno”, quien reitera que “no ha sido consecuencia” suya, sino “de [Dante] Canonica” (min. 2:46).

La que fue expareja del rey emérito sigue detallando por qué se frustró la operación encaminada a lavar dinero. “Es que él [Juan Carlos I] nos ha pedido regalarle una propiedad. Los marroquíes le han dicho: ‘Usted nos ha pedido que le regalemos una propiedad, usted ha hecho el montaje financiero, ahora quiere cancelarlo, dejarlo así y no hacer nada. Pero nosotros no vamos a darle el precio que hemos hecho de la valoración’. Entonces estos [los marroquíes] no quieren pagar al rey dos o tres millones de euros” (min. 3:47), narra. Ello revelaría, si fuera cierto, que ni siquiera fue una donación voluntaria por parte de Mohamed VI, sino que fue Juan Carlos I quien se la pidió.

Los marroquíes continuaron manteniendo su postura, tal y como atestigua la princesa de origen alemán: “‘Eso se queda aquí, no se mueve'”. Una transacción que acabó embarracándose ante la escasa capacidad para sacarle rédito económico a la finca: “Nadie va a tener los 15 millones para construir y nosotros no vamos a comprarle a nadie. Está totalmente bloqueado. A mí no me sirve para nada. (…) Yo no tengo el dinero ni nada, no voy a ponerme a esperar 10 años. (…) Él [don Juan Carlos] no puede monetizar la operación porque ellos [Marruecos] quieren a gente famosa (…) Después necesitan un inversor, por ejemplo, un amiguito de Arabia Saudí, si quiere construir la casa, que después hay que mantener la casa, la seguridad…” (a partir del min. 4:14).

Corinna: “Tenemos que esperar tres o cuatro años para vender la finca y que no huela raro”

La clave, como en el caso del apartamento en Londres que el sultán de Omán le regaló a don Juan Carlos en el exclusivo barrio de Belgravia, era justificar de dónde venía el dinero si finalmente decidían escriturar la posesión a nombre de Juan Carlos. Conforme mantiene Corinna, esa era una de sus obsesiones: tener a su nombre todo el patrimonio que poseía. “Después cómo vas explicarlo, si dices en España que tú no vales (tienes) más de 10 millones de euros, que tienes este tipo de bienes fuera. Porque esto es para alquilar. Entonces él si un día admite que tiene más de seis en España, de seis a 10. Él dice que posee seis millones de dólares solamente…”, argumenta Larsen. Su razonamiento pivota sobre la tesis de que “no puedes declarar que posees bienes de millones fuera, de dónde ha venido este dinero y de dónde han venido estos regalos” (a partir del min. 5:18).

Sin embargo, desde su punto de vista, “[Juan Carlos I] no es muy listo y nunca lo ha sido. Si quieres pide al rey [de Marruecos], si quieres ir a Marruecos, una casa de él para utilizarla”. “Así no tienes ningún dolor de cabeza y nadie puede decirte nada. Pero él quiere tener casas que no puede tener porque no declara su fortuna”, apostilla. Villarejo agrega que “no lo puede justificar”. Corinna dice que para que se pudiera vender tendrían que “esperar como tres o cuatro años para que…” y el policía retirado le ayuda a completar la oración: “Para que no huela raro” (a partir del min. 6:01).

Corinna comenta que Juan Carlos I y sus allegados “se imaginan” que esas propiedades son “ahorros”. Para más inri, destaca la ensoñación en la que, a su juicio, vive el equipo del rey emérito porque “creen que tienen una fortuna con ese terreno”. “Si te mando las imágenes te vas a reír. Hay camellos… No hay palmeras… No es un terreno para construir. Hay que poner electricidad… ¡Qué interés tiene para un hombre de 78 años!” (a partir del min. 6:58), bromea.

Según afirma Villarejo, “él por las razones que sea, le han oído decir que quiere recuperar eso, es una de las cosas que están mirando a ver cómo lo recuperan”. Ella insiste en que no quiere tener nada que ver con este asunto y que la transacción ha fracasado: “Sí, pero eso se habla con Dante Canonica. Yo no he tenido ninguna conversación con nadie porque yo no quiero ponerme (meterme) dentro. Canonica es el director de la sociedad. A mí no me sirve para nada. El rey de Marruecos no quiere saber nada. Él quiere vender la propiedad y tener dinero. Esto no se puede vender porque pertenece al rey. El rey no quiere pagar tres millones de euros y este terreno no les vale” (a partir del min. 7:55).

La solución a este contencioso, según el criterio de Corinna, pasa por devolverle en algún momento el terreno al rey de Marruecos por un buen precio. También indica que “el mantenimiento” sería muy caro: “En estos países necesitas 30 personas: jardín, no sé qué, seguridad…  Te ponen (vale) un dinero. En mi opinión, se devuelve al rey de Marruecos algún día, (…) se le pide dos millones y ya estamos. Me parece la manera la más fácil” (a partir del min. 13:14)

Corinna ya sabía, según se desprende del audio, cómo iba a hacerlo, pero no sabía a quién se lo podía vender: “Yo voy a vender este terreno. ¿A quién? El rey de Marruecos no quiere venderlo. Se han enfadado con Canonica. No quieren poner la pasta. ¿A quién lo vendes?. A lo cual Villarejo contesta que “no hay comprador”. Ese terreno no está preparado para construir, tienes que poner todo el dinero para infraestructura básica. Está como ‘congelado’, ¿lo entiendes?” (a partir del min. 13:55), sostiene la princesa alemana.

De hecho, apunta el pecado original de don Juan Carlos en toda esta trama. “Si tú no pasas como cuatro meses al año en el mismo sitio, es que no debes tener una casa [allí]” (min. 13:05).

Corinna: “El dinero que les puede pagar Marruecos por la finca va a ser en efectivo, en maletas”

Asimismo, se pregunta “cómo van a conseguir ese dinero de Marruecos” y añade que no entiende por qué “no tiene gente más competente”. A lo que Villarejo le espeta: “En crudo, en efectivo”. Corinna reitera: “En efectivo, en maletas” (a partir del min. 9:01).

Por otra parte, la examante del que fue el jefe del Estado y Villarejo apuntan que todas esas operaciones instrumentales que hicieron con ella -meterla “en algún algún problema”, según el expolicía- estaban destinadas a “tenerla controlada”. La princesa alemana establece un símil: “Es como si mañana yo no digo nada y te pongo heroína en tu maleta, la mando a donde sea y después yo llamo a la mafia diciendo… (…) Es que me han hecho todo tipo de cosas para mantenerme controlada” (a partir del min. 9:55).

En ese sentido, manifiesta no tener “ningún poder, ninguna conversación y ninguna firma”. Así, sitúa el problema en el entorno de Juan Carlos I, que influye sobre su conducta: “Su problema (…) son el primo [Álvaro de Orleans-Borbón], [Dante] Canonica (…) y Arturo Fasana [testaferro del emérito en Suiza y abogado gestor de su cuenta en la banca Maribaud]”. A este último José Manuel Villarejo lo califica como “muy chungo, mal tipo, mala persona” (a partir del min. 10:36).

“Conozco a todos, a todos. Yo sé cómo andan las cosas… De lo de Marruecos ya he hablado con el primo [Álvaro de Orleans-Borbón] y Dante Canonica (…).  A mí no me interesa. Yo soy una mujer rubia… (…) Me iré lejos, a un castillo donde la palmaré. Una mujer sin inseguridades porque…”, ironiza. El excomisario se ríe y añade: “‘Soy rubia, pero no soy tonta’, como dicen” (a partir del min. 11:07).

Corinna: “Juan Carlos I quiere mi dinero para transferirlo a los islamistas fanáticos y hacer negocios”

De nuevo, incide en la inviabilidad de vivir en Marruecos, pese a conocer el país: “¿Tú crees que una mujer hoy en día [ininteligible] quiere una casa en Marruecos? Marruecos es el último país [en el que se aloja/está] Al Qaeda…”. Tras esto, agrega que “todos los franceses de París tienen casa allí” como por ejemplo, Cécilia Sarkozy, la exmujer y antigua colaboradora del expresidente francés, Nicolas Sarkozy, en su etapa como ministro, quien “tiene una casa de verano” en el reino alauita (a partir del min. 11:44).

Lo que más indigna a Corinna es que don Juan Carlos la utilice para lucrarse. “Quiere hacer [negocios] con los islamistas fanáticos. ¿Tú te crees?. Quiere mi dinero para transferir, ¿para quién?” (min. 12:52), sentencia.

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