Un poco loco sí que está el mundo

No sé quién ha dicho días atrás que este mundo está un poco loco. Creo que fue Zelenski, pero da igual. Tiene más razón que un santo. Pasan cosas muy raras, a veces difícil de entender, a veces difícil de comprender y siempre confusas y sí, de locura en situaciones que no sabemos si serán para bien o para mal y, con el tiempo, en medio de una trama de intereses que quiere a toda costa que perdamos de vista quienes son los buenos y los malos y si son cambios para bien o para peor.

Hace unas semanas ganó las elecciones en Estados Unidos Donald Trump. Arrasó el pelirrojo de sonrisa burlona y baile estúpido. Y desde entonces el mundo está a verla venir. ¿Se irá de la OTAN? ¿cerrará el país a las exportaciones?, ¿le hará la vida imposible a los europeos?, ¿se aliará con dos dementes como Putín y el adonis coreano Kim yo un (no sé si su hermana tiene todavía más mala leche)…? En enero tomará posesión y habrá que esperar a sus decisiones. ¿Será para bien?

Desde octubre de 2023 Israel masacra la Franja de Gaza en respuesta a un brutal atentado terrorista de Hamás. Miles de muertos y heridos. La cifra sube a diario y se ha perdido la cuenta y hasta el corazón cuando se ven imágenes de niños, mujeres y ancianos muertos. Entre las víctimas hay inocentes y otros que no lo son.

Esta guerra es una locura absoluta en la que se han tocado las pelotas a Irán y eso es otra historia y una locura todavía mayor. Nervios en el mundo y temor a una escalada creciente. Todas las guerras son una locura y lo es y sanguinaria la de Rusia contra Ucrania por intentar apropiarse el inquilino del Kremlin territorios ucranianos. Y pasan los meses y los inviernos y la crueldad no tiene límites. Europa ayuda, Estado Unidos ayuda (hasta hora, veremos lo que hace Trump) pero nadie quiere que le salpique el conflicto. Nada de lo que ocurre ahí es para bien.

Y si hay locuras la de Corea del Sur no tiene parangón. Cuando las miradas están pendientes de lo que pasa en tantos rincones conflictivos del Planeta, un país serio, rico y democrático como éste, el presidente Yoon Suk-yeol sorprende al mundo declarando la ley marcial de manera sorpresiva. El caos se ha instalado desde entonces en el país asiático. El mandatario está siendo investigado por la Fiscalía y la Oficina Anticorrupción por su decisión de imponer la ley marcial, que después derogó. El exministro de Defensa ha sido detenido. ¿Será que se la ido la olla de verdad?

Y en estas nos llegan los rebeldes sirios comandados por Abu Mohamed al Jolani y en doce días de vértigo se han hecho con el país y han obligado al hasta ahora presidente Bachar Al Asad, cuya familia ha dirigido con mano férrea el país desde 1971, a huir y refugiarse en Rusia. Las imágenes de los insurgentes saqueando el palacio presidencia recuerdan otros muchos parecidos que siempre dejan una amarga sensación por lo que está por llegar. ¿Será esta la solución que esperaba y necesitaba Siria?

Sí que está loco el mundo, sí, y lo que es peor es que sea cosa de cuatro desquiciados que no paran de tocar las narices al resto de la gente que lo único que quiere, por ahora, es pasar la Navidad en paz. Y si se puede, pasar unos días con familia hasta la cena de Nochebuena y aguantar estoicos a los cuñaos sabelotodo. Ojalá fuese este el peor de los problemas del mundo.