Hoy: 26 de noviembre de 2024
Un jurado juzgará el próximo lunes 4 de marzo a un hombre de 46 años acusado de asesinar a un anciano de 86, al que presuntamente envenenó con un líquido desatascador, en La Rioja para quedarse supuestamente con su herencia.
El Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR) ha informado en un comunicado que un jurado será el encargado de determinar si el acusado llevó a cabo el presunto asesinato con alevosía, en un caso que conmocionó a la comunidad en el verano de 2020.
El caso se remonta a junio de 2020, cuando el acusado estableció contacto con el anciano alquilándole una plaza de garaje y un trastero en la capital riojana. Según el escrito de acusación, el vínculo entre ambos evolucionó, llevando al acusado a asumir funciones de asistencia al anciano. Posteriormente, incluso llegó a pernoctar en su casa tras un ictus que afectó la movilidad del anciano.
El 17 de julio de 2020, el acusado acompañó al anciano a una notaría, donde este último otorgó un testamento a su favor. Sin embargo, la herencia venía con la condición de prestarle asistencia y cuidados hasta su fallecimiento, ya que anteriormente los herederos eran sus sobrinos, a partes iguales.
La mañana del 4 de agosto de 2020, el acusado adquirió un producto desatascador profesional en una tienda de fontanería. Esa noche, según la acusación fiscal, administró al anciano un medicamento en dosis ligeramente superiores al rango terapéutico, provocándole somnolencia. En ese estado vulnerable, le hizo ingerir parte del producto desatascador con la presunta intención de causarle la muerte y heredar sus bienes.
Tras la ingestión del líquido, el acusado llamó al servicio de emergencias SOS Rioja, que trasladó al anciano al Hospital San Pedro. Lamentablemente, falleció esa misma madrugada debido a un fallo multiorgánico, atribuido a la ingesta del producto químico ácido.
El fiscal imputa al acusado un delito de asesinato con alevosía, solicitando una pena de 23 años de prisión y 10 de libertad vigilada. Además, pide una indemnización de 300.000 euros para los determinados herederos del anciano por daño moral.
Este juicio se presenta como un episodio crucial para esclarecer los hechos y hacer justicia ante la trágica pérdida de un anciano que, según la acusación, fue víctima de un plan calculado para obtener beneficios indebidos.