Un estudio realizado en ratones, identifica neuronas que pueden aumentar la percepción del sonido, lo que se podría aplicar a personas con dispositivos cocleares.
Los científicos descubren que los microbios intestinales hacen que los ratones hagan más ejercicio y pretenden trasladar esta investigación a los humanos.
Adiós a la máscara mientras surcaban su rostro los cortafuegos, al sonido de una cuchilla sesgando las llamaradas de libido. Se levantó de la cama sin ganas, dio los buenos días a sus canas. Cincuenta y un años en su piel, cuarteada en zanjas por donde
“Hay que estar orgulloso de la materia prima de Europa, de los cerebros” que hacen que, a pesar de la lentitud burocrática y la falta de inversión del sector aeroespacial europeo, la disparidad no sea por falta de mentes brillantes.