Hoy: 23 de noviembre de 2024
Confieso que me gusta ver películas donde hay bares que conservan una luz tenue en el centro de las mesas; al fondo, bailan o cantan señoritas desafinadas y, a conveniente distancia, las parejas de enamorados o delincuentes se dicen casi al oído que las ganancias de la semana ha ido bien y mejor si eres capaz de darme un beso. O, simplemente, desde la llama del Dupont se enciende el destino cruel de un cigarrillo…La señorita deja su cante o su baile para que el pianista ennoblezca el negocio del amor enmascarado o la amistad indispensable..
Hay también negocios que se hacen en casa para que el trapicheo parezca un intercambio de cromos de cuando éramos niños y las aves se quedaban sujetas al álbum después de poner salivilla en los reversos.
La señora que ustedes piensan había llamado al socio para que fuese a palacio y el socio, sin pensarlo un instante, le respondió: “Si tú me dices ven, lo dejo todo”. Así varias veces hasta que salió redondo el empeño. Y una advertencia de la señora ante el temblor de su aliado: “No te preocupes, que si algún juez se atreviera a señalarnos, diremos que prevaricó y no pasará nada”.
…Porque aquí, pase lo que pase, nunca pasa nada.
pedrouve
Me gusta como es capaz de escenificar aquellos ambientes.
Pues sí, los mecheros Dupont eran la forma de presentación en aquellos tiempos de ciertos hombres.
En aquella discoteca Cerebro, solían ser asiduos, se suponía que eran hombres de negocios y por tanto ellos se ofrecían con gusto, como una “buena” pieza para ser cazado.
Cuantas historias con mentiras arriesgadas como las que estamos viviendo, pero ninguna con la total indignidad de la que hablan los protagonistas y los voceros defendiendo su postura y que gracias a los honestos periodistas que se esfuerzan en contar la verdad, estamos bien informados.
Así se hace uno rico con rapidez, son como los que lucían el Dupont, en aquellos tiempos, muchos arruinados hoy en día, viejos y rememorando su pasado.
Los de hoy son como nuevos ricos y se les “cala” a la primera,antes se tenía más estilo y saber estar, guardando las apariencias.
Estos se están ganando un final, sin luces y con muchas sombras.
La dignidad es muy importante, para los hombres y mujeres de bien.