El Papa ha pedido que se creen medidas concretas de reinserción y que se ofrezcan «oportunidades reales» para presos. «Ningún ser humano coincide con lo que ha hecho y la justicia es siempre un proceso de reparación y reconciliación», ha afirmado.
Así lo ha expresado en la misa por el Jubileo del mundo penitenciario que se ha celebrado este domingo en la Basílica de San Pedro, el último gran evento del Año Santo, y a la que han acudido reclusos, personas reinsertadas, funcionarios de prisiones y voluntarios que trabajan con los presos.
Durante la homilía, León XIV se ha referido al deseo del Papa Francisco de conceder formas de amnistía o de condonación de la pena orientadas a ayudar a las personas para que recuperen la confianza en sí mismas y en la sociedad. «Confío en que en muchos países se dé cumplimiento a su deseo», ha dicho, a lo que ha añadido que «siempre es posible empezar de nuevo».
También ha mencionado los «enormes desafíos actuales» del sistema penitenciario como el hacinamiento, las limitaciones en los programas educativos y laborales, y la necesidad de acompañamiento personal. «No olvidemos el peso del pasado, las heridas que hay que curar en el cuerpo y en el corazón, las desilusiones, la infinita paciencia que se necesita, consigo mismo y con los demás, cuando se emprenden caminos de conversión, y la tentación de rendirse o de no perdonar más», ha añadido.
«Es verdad, la cárcel es un entorno difícil y hasta las mejores intenciones pueden encontrar muchos obstáculos. Precisamente por eso, no hay que cansarse, desanimarse o retroceder, sino seguir adelante con tenacidad, valentía y espíritu de colaboración», ha subrayado el Pontífice.