Durante una semana, se detectaron 543 conductores al día conduciendo bajo los efectos del alcohol y/o drogas. La mayoría de estos casos (89,3%) fueron identificados en controles preventivos, mientras que el resto se debió a infracciones, accidentes o síntomas evidentes.
En cuanto a la detección de alcohol, se realizaron 221.752 pruebas, de las cuales 2.156 dieron positivo. De estos, 1.930 fueron detectados en controles preventivos, 108 tras cometer infracciones, 107 por accidentes y 11 por síntomas. A 221 conductores se les iniciaron diligencias por superar los 0,60 mg/l de alcohol en aire espirado, mientras que 12 conductores fueron llevados ante la justicia por negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia.
En relación con las drogas, de 4.194 pruebas realizadas, 1.645 conductores resultaron positivos. De estos, 1.466 fueron detectados en controles preventivos, 104 por infracciones y 75 por accidentes. A 6 conductores se les inició un proceso judicial por conducir bajo la influencia de drogas tóxicas. Las sustancias más comunes detectadas fueron cannabis (1.203 casos), cocaína (565 casos) y anfetaminas (233 casos).
En 2023, la Fiscalía de Seguridad Vial registró 50.071 sentencias relacionadas con la conducción bajo la influencia de alcohol o drogas, con tasas de alcohol superiores a 0,60 mg/l o 1,2 gr/l en sangre.
Además, la campaña también permitió identificar a 4.570 conductores con tasas de alcohol por debajo del límite legal, 4.216 de ellos en controles preventivos. A pesar de no haber sido denunciados, estos conductores representan un riesgo para la seguridad vial. Como destaca el lema de la campaña, “a la carretera no le importa cuánto has bebido. Solo cero tiene cero consecuencias”. El alcohol sigue siendo el segundo factor en accidentes mortales, involucrando al 26% de los fallecidos.
La colaboración de policías locales y autonómicas fue clave, con controles en vías urbanas e interurbanas. Aunque la campaña ha finalizado, la Guardia Civil seguirá realizando controles de alcohol y drogas para evitar que los conductores pongan en riesgo la seguridad en las carreteras.
La campaña, que forma parte de las iniciativas de la Dirección General de Tráfico (DGT) para reducir la siniestralidad vial, refuerza la necesidad de controles preventivos como medida clave para disminuir el número de accidentes relacionados con el consumo de alcohol y drogas. De acuerdo con estadísticas recientes, estos controles han demostrado ser efectivos, ya que más del 80% de los conductores que dieron positivo fueron detectados antes de que ocurriera un incidente grave, lo que subraya su valor como herramienta de disuasión.
Además, se estima que el 40% de los accidentes mortales en carretera están asociados al consumo de alcohol o drogas, una cifra alarmante que refuerza la urgencia de concienciar a la población sobre los riesgos de conducir bajo los efectos de estas sustancias. Estudios realizados por organismos internacionales indican que incluso pequeñas cantidades de alcohol en sangre pueden reducir significativamente los tiempos de reacción y la capacidad de concentración, aumentando el riesgo de colisiones.
Por otra parte, la DGT ha anunciado que, de cara a los próximos años, intensificará las campañas de prevención y detección, especialmente durante los periodos vacacionales, cuando se registra un mayor número de desplazamientos. Estas acciones no solo incluirán un aumento en el número de controles, sino también mayores esfuerzos de sensibilización, como campañas publicitarias y colaboraciones con asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico, con el objetivo de reducir las cifras de siniestralidad y fomentar una cultura de conducción más responsable.