Los argentinos ya no comen carne

El escaso consumo tiene un solo motivo: el bajo poder adquisitivo de la población. Un kilogramo de carne promedio cuesta 7.000 pesos

La venta del tradicional alimento de los argentinos tocó el suelo histórico y sigue en baja. A la caída del poder adquisitivo de la población se le sumará en poco tiempo la falta de vientres, es decir que Argentina se quedará sin carne, así lo anunciaron los principales frigoríficos.

El mes pasado, refiriéndonos a marzo, el consumo per cápita fue de 42,6 kilos, lo que refleja una caída del 18,5% en relación al mismo mes del año pasado.

A su vez, el promedio móvil de los últimos doce meses del consumo aparente de carne vacuna quedó en 50 kilogramos por habitantes por año en los primeros meses del año. El 4,2% menos del año anterior.

El escaso consumo de carne por parte de los argentinos tiene un solo motivo: El bajo poder adquisitivo de la población. Un kilogramo de carne promedio cuesta 7.000 pesos.

Miguel Schiariti, presidente de Ciccra, se refirió a la situación como muy crítica y sin precedente.

En tanto, Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), señaló que desde diciembre del 2023 se viene dando una retracción de la demanda cercana al 40%.

“Las ventas vienen cayendo estrepitosamente. Hay una recesión tremenda”, agregó.

Adiós al asado

La mesa de los argentinos es eminentemente carnívora, destacándose su manjar tradicional y reconocido en el mundo: el asado. ¿En qué consiste el asado también llamado parrilla o parrillada? Es una técnica de cocción de uno o varios cortes cárnicos con una técnica en la cual la carne se expone al calor del fuego o de las brasas para que se cocinen lentamente.

El calor se transmite gradualmente al alimento, que por lo general está suspendido sobre el fuego o cerca de las brasas en una parrilla. 

El gerente Federico Píccolo del frigorífico santafesino de la zona de la pampa húmeda señaló: “todos los cortes parrilleros, como asado, vacío y matambre, no se venden. Nunca vi que las ventas de estos cortes se retrasen tanto, sobre todo en el verano, que siempre hubo faltante.

Hoy solo se venden los cortes más baratos, como la paleta, el osobuco y las milanesas, que son cortes clásicos familiares, populares”.

En los primeros meses de este año, la industria frigorífica vacuna argentina produjo 750 mil toneladas res con hueso, es decir, casi un 8% menos que en el primer trimestre del año pasado. Estos datos son oficiales. A su vez, considerando que las exportaciones de carne vacuna se mantuvieron en torno a las 85 mil toneladas en marzo, -cada vez hay más frigoríficos que no abastecen el mercado interno, sino que toda su producción exportan a países como China, Gran Bretaña y EE.UU.- En los primeros tres meses del año se habrían exportado 246 mil toneladas, lo que representaría un aumento del 23% interanual.

En síntesis, los argentinos comen menos carne, pero aún mantienen su producción, pero se prevé que los próximos años tampoco tendrán producción propia y los grandes frigoríficos ya están estudiando las producciones de Uruguay y Paraguay.

Ante este contexto de baja de ventas, el precio del emblemático producto en marzo acompañó a los datos general de inflación del Indec. Los valores en marzo subieron 11% en relación a febrero y un 275% en relación a marzo de 2023, según datos del IPCVA.

La carne picada (16%), osobuco (13%) y paleta (13%) fueron los cortes que más subieron.

¿Producción también en baja?

Píccolo hizo hincapié ante Fuentes Informadas que la venta de vientres por parte de los productores primarios va a generar en los años venideros grandes problemas de abastecimiento.

No obstante, la realidad hoy indica que en marzo se faenaron 1,054 millones de cabezas, con tendencia a baja y mostró una considerada caída por cinco meses consecutivos y señalando un rumbo negativo, el más bajos de los últimos cincuenta años.