La suspensión del acuerdo no supone prohibir la entrada a la UE a los ciudadanos rusos, pero sí les obliga a presentar más documentos para obtener el visado y un encarecimiento de su precio, que aumentará de 35 a 80 euros
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea pactaron este miércoles suspender por completo el acuerdo de facilitación de visados con Rusia como represalia por la guerra de Ucrania, de tal forma que los ciudadanos rusos se enfrentarán a mayores restricciones para poder entrar en la UE.
Desde el inicio de la invasión, este acuerdo, firmado en 2007, ya estaba parcialmente suspendido para determinados grupos de personas, como políticos o empresarios, precisó el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, al anunciar el acuerdo alcanzado por los jefes de la diplomacia europea durante una reunión informal en Praga. Sin embargo, desde mediados de julio, dijo Borrell, ha habido un “incremento sustancial” de ciudadanos rusos que han viajado a la UE “para ocio y compras, como si no hubiera guerra en Ucrania” y los ministros llegaron a la conclusión de que la situación “no puede continuar igual”.
Menos visados
La suspensión del acuerdo no supone prohibir la entrada a la UE a los ciudadanos rusos, pero si les obliga a presentar más documentos para obtener el visado y un encarecimiento de su precio, que aumentará de los 35 euros actuales a 80. El proceso para obtener el permiso de entrada “será más difícil, será más largo y consecuentemente, el número de nuevos visados se reducirá substancialmente”, aseguró Borrell.
La emisión de visados es una competencia nacional de los Estados miembros, con lo que cada país seguirá tomando sus propias decisiones, pero hay un “común entendimiento” de que “las visas se otorgarán de forma individual” después de “una evaluación exhaustiva de cada caso”, continuó el alto representante.
El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, dijo, en declaraciones a Efe, que el acuerdo permite mantener la “unidad” y el “equilibrio” entre los Veintisiete, entre los países bálticos y del Este de Europa, que abogan por un veto total a los ciudadanos rusos y los que como España, Francia o Alemania no apoyan esta idea. Se trata de un “equilibrio entre aquellos que por estar cerca de Rusia están recibiendo un flujo constante de ciudadanos rusos que no es aceptable a ojos de esos países” y los que “como España” creen que los rusos “que no están de acuerdo con lo que está ocurriendo” puedan seguir entrando en la UE, dijo el ministro. Lo importante, para el jefe de la diplomacia española, es que “el pueblo ruso reciba el mensaje de que no tenemos nada contra ellos y de que aquellos sectores de la sociedad rusa que quieren tener ese diálogo con nosotros”, tales como artistas, jóvenes o aquellos perseguidos por el Gobierno del presidente ruso, Vladímir Putin, “puedan seguir teniendo” ese contacto.
Prohibición total
El pacto alcanzado hoy a nivel político, permite a Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y la República Checa aplicar un veto total a la entrada de ciudadanos rusos, como ya están haciendo salvo contadas excepciones como la emisión de visados por cuestiones humanitarias.
Finlandia, además, limitará a partir de mañana los visados a unos 500 diarios aproximadamente, lo que tendrá un impacto en el número de ciudadanos que entren al territorio comunitario, porque desde que la UE suspendiera el espacio aéreo a las compañías rusas como parte de las sanciones, muchos optaban por entrar a través de la frontera finlandesa.
Las sanciones que la UE ha aplicado a Rusia desde el inicio de la invasión ya impiden a determinados individuos entrar a los países europeos, entre ellos a Putin o al ministro de Exteriores, Seguéi Lavrov. La lista, de hecho, afecta ya a más de 1.200 personas desde que Rusia se anexionase la península de Crimea en 2014. “Los rusos no entienden una cosa: hasta que no respetéis las fronteras de otro país, no podéis cruzarlas. Si no respetáis las fronteras de tus vecinos, si no respetáis a Europa, quedaos en casa y disfrutar de Rusia”, dijo el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, que participó en la reunión. Kuleba se mostró favorable a que los países europeos continúen dando visados por razones humanitarias.