Hoy: 23 de noviembre de 2024
La Organización Mundial de la Salud (OMS) exige que la cobertura sanitaria universal de cada país no ignore el dolor lumbar crónico. Actualmente, es la principal causa de discapacidad en el planeta, y se espera que lo padezcan más de 800 millones de personas en 2050. África y Asia son los continentes donde se prevé mayor crecimiento de casos.
Los impactos y costos personales y comunitarios asociados con el dolor lumbar son especialmente altos para las personas con síntomas persistentes. El de tipo primario, que no se debe a una enfermedad subyacente u otra afección, representa la gran mayoría de casos en atención primaria y el 90% de los totales de la patología.
En este contexto, la OMS acaba de publicar sus primeras directrices sobre el tratamiento del dolor lumbar crónico en entornos de atención primaria y comunitaria. Información que detalla qué intervenciones pueden realizar los trabajadores de la salud y cuáles no.
Dentro de sus recomendaciones, la OMS dice que lo más apropiado para personas con dolor lumbar primario crónico son las intervenciones no quirúrgicas. Estas incluyen programas educativos y de ejercicio, terapias psicológicas y medicamentos.
También subraya que la atención debe tener en cuenta factores físicos, psicológicos y sociales que pueden influir en el dolor lumbar primario crónico. Por otra parte, desaconseja 14 intervenciones en la mayoría de los casos, donde rechaza alternativas como los aparatos ortopédicos, la terapia física de la tracción (tirar de una parte del cuerpo) y medicamentos como los analgésicos opioides, asociables con sobredosis y dependencia.