Hoy: 22 de noviembre de 2024
La adaptación cinematográfica de la popular novela erótica Pídeme lo que quieras de Megan Maxwell, dirigida por Lucía Alemany y protagonizada por Gabriela Andrada y Mario Ermito, llega a los cines el 29 de noviembre. Esta película ha sido descrita por sus creadores como un cambio de paradigma dentro del cine erótico, al ofrecer una visión más consciente y centrada en el consentimiento desde la perspectiva femenina, un enfoque que según Andrada y Alemany, ha estado históricamente ausente en el género.
En Pídeme lo que quieras, Andrada interpreta a Judith, una mujer que inicia una relación tórrida con su jefe, Eric Zimmerman (interpretado por Mario Ermito). Aunque el romance comienza con un fuerte componente sexual, la película pone un énfasis clave en el consentimiento y la importancia del poder de decisión de la mujer en la relación.
La directora ha destacado que el personaje de Eric tiene una personalidad áspera y problemática, y lo que realmente importa es que Judith pueda interrumpir el comportamiento inapropiado cuando lo considere necesario, una idea central para evitar que la trama reproduzca dinámicas de sumisión que han predominado en el cine erótico en los últimos años.
Gabriela Andrada ha señalado que el cine erótico ha estado históricamente marcado por la sumisión de la mujer, citando ejemplos icónicos como Las edades de Lulú o 50 sombras de Grey. “Todo se basa en someter, esclavizar y encontrar el placer de la humillación”, lamenta la actriz, quien ve en Pídeme lo que quieras una oportunidad para ofrecer una nueva perspectiva más empoderada para la mujer, cambiando la narrativa tradicional del género.
Lucía Alemany, por su parte, subraya la importancia de que una mujer haya dirigido este proyecto. Para la cineasta, habría supuesto un “error” no ceder la dirección de esta obra a una mujer, dado el enfoque único y necesario que aporta la perspectiva femenina sobre los complejos temas de las relaciones tóxicas y el consentimiento. Estos temas que no solo se exploran a través de la trama, sino también en la manera en que las escenas íntimas se abordadan durante el rodaje.
En cuanto a la realización de las secuencias sexuales, se ha implementado un departamento de coordinación de intimidad para garantizar que los actores se sintieran cómodos y que no se forzara ninguna situación. Este proceso incluyó el uso del sistema de “semáforo”, en el que los actores indicaban claramente qué acciones se sentían cómodos realizando y cuáles no, garantizando así una atmósfera segura y consensuada en el rodaje.
La película también enfrenta una gran expectativa debido al número de fans de la novela de Megan Maxwell, conocida por sus “guerreras”, lectoras muy apasionadas que esperan ver reflejados los elementos de la obra literaria en la pantalla. La directora reconoce esta presión y la responsabilidad de adaptar una historia tan seguida, asegurando que, aunque la autora no participó directamente en el guion, su influencia fue fundamental para asegurar que la esencia de los personajes y la trama permaneciera intacta.
Con este proyecto, Pídeme lo que quieras promete ser una película que no solo explora la sensualidad, sino que invita a cuestionar las dinámicas de poder en las relaciones y desafiar los tradicionales clichés del cine erótico.