La Organización de las Naciones Unidas señala que las fuerzas rusas cometen crímenes de guerra en Ucrania
Los investigadores de la ONU que examinan violaciones de los Derechos Humanos en Ucrania han constatado que las fuerzas rusas siguen cometiendo impunemente crímenes de guerra y han advertido de que algunos de los mensajes que llegan desde las autoridades o medios afines a Rusia pueden constituir “incitación al genocidio”.
Los miembros de la Comisión de Investigación Internacional Independiente, impulsada por el Consejo de la ONU sobre los Derechos Humanos y que han viajado diez veces a Ucrania, han actualizado este lunes sus conclusiones, básicamente para confirmar que la situación sobre el terreno apenas ha cambiado y que la violencia sigue siendo una constante.
En este sentido, ha subrayado su “profunda preocupación por la magnitud y la gravedad de las violaciones” cometidas por las Fuerzas Armadas de Rusia, a las que siempre ha echado en cara su falta de colaboración.
La ONU investiga posibles casos de “incitación al genocidio”
No obstante, la organización internacional no ha confirmado que se esté cometiendo un delito de genocidio, un término que resume la persecución sistemática de un determinado colectivo, pero sí ha apuntado que algunos de los mensajes que llegan desde Moscú y que se replican en medios afines “pueden constituir una incitación al genocidio”. “La Comisión sigue investigando este asunto”, ha alegado en un comunicado.
Sin embargo, lo que sí parece cada vez más claro es que se están cometiendo crímenes de guerra.
Los investigadores han confirmado ataques contra viviendas, instalaciones médicas, estaciones de transporte y establecimientos comerciales, pese a que el Derecho Internacional protege de manera clara los enclaves que pueden provocar efectos directos o indirectos sobre la población civil.
En las regiones de Jersón y Zaporiyia, que están controladas parcialmente por las fuerzas rusas, éstas han llevado a cabo un uso “sistemático” de torturas contra personas a las que señalan por ser, supuestamente, informantes de las fuerzas ucranianas. “En algunos casos, la tortura alcanzó tal brutalidad que llevó a la muerte de la víctima”, reza el comunicado.
Los testimonios de víctimas revelan torturas eléctricas y abusos sexuales
El informe recoge testimonios de algunas de estas víctimas, como una persona que ha confirmado que sufrió descargas eléctricas. “Cada vez que respondía que no sabía o no recordaba algo, me daban descargas. No sé cuanto duró, (pero) parecía una eternidad”, ha recordado.
Además, en Jersón los efectivos rusos también han abusado sexualmente de mujeres de entre 19 y 83 años. Según la Comisión, en gran parte de los casos, las violaciones se producían mientras familiares estaban recluidos en habitaciones cercanas desde las cuales podían escuchar cómo ocurría todo.
Otro de los frentes abiertos por los especialistas tiene que ver con el traslado de niños, un tema por el que la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) ha llegado a imputar al presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Desde la ONU, detectan “falta de claridad y transparencia” por parte de las autoridades rusas, que siguen sin justificar de manera fehaciente los motivos de lo que parecen traslados forzosos.