La pandemia de covid-19 ha provocado un exceso de mortalidad en el mundo de 15 millones de personas, según una estimación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) . En concreto, la institución internacional calcula que entre 13,3 y 16,6 millones de personas fallecieron de forma directa o indirecta por la covid-19 entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021, según HOY.
La estimación de la OMS es el triple de las cifras oficiales de cada país sumadas, 5,4 millones, de acuerdo a los datos recopilados por los gobiernos. La contabilidad de los fallecimientos ha sido uno de los grandes problemas de la pandemia ante la imposibilidad de realizar pruebas PCR a todos los casos sospechosos.Thanks for watching!PUBLICIDAD
Diez países representan el 68% del total de la sobremortalidad y la mayor parte del exceso de muertes (84%) se concentra en el sudeste asiático, Europa y las Américas. Las muertes en la pandemia se han cebado en aquellos países con ingresos medio bajos (53% de fallecidos). Las naciones con altos ingresos han sumado el 15% del exceso de mortalidad; las que tienen ingresos intermedios-altos, el 28%, y los países bajos, el 4%. Por sexos, los hombres suponen el 57% de los fallecimientos, por el 43% de las mujeres.
El exceso de mortalidad se calcula como la diferencia entre el número de muertes que se han producido y el número que se esperaría en ausencia de la pandemia basándose en los datos de años anteriores, explica la OMS. El exceso de mortalidad incluye las muertes asociadas a covid-19 directamente (debido a la enfermedad) o indirectamente (debido al impacto de la pandemia en los sistemas de salud y la sociedad). Las muertes vinculadas indirectamente a la covid son atribuibles a la imposibilidad de acceder a la prevención o el tratamiento de otras enfermedades por la sobrecarga de los sistemas de salud a causa de la pandemia.
«Estos números, que obligan a reflexionar, subrayan no solamente el impacto de la pandemia, sino la necesidad de todos los países de invertir en sistemas de salud más fuertes que puedan sostener los servicios sanitarios esenciales durante las crisis, incluyendo sistemas de información sanitaria más sólidos», declaró el director general de la OMS.