Juana Rivas y su hijo mayor Gabriel presentaron este lunes una denuncia contra Francesco Arcuri por un delito de intimidación o violencia para influir en un testigo en un proceso legal, amenazas, coacciones y violencia de género, de acuerdo con la denuncia de la que informa laSexta. Los sucesos sucedieron después de que Daniel, un niño de 10 años, viajara a Granada con el fin de pasar las vacaciones de Navidad con su madre, conforme a una resolución judicial italiana, según detalla la defensa de Rivas.
En el documento, los abogados de Aránguez han solicitado “una orden de protección en favor de Juana Rivas y sus dos hijos, Gabriel y Daniel, en especial y con carácter previo, como medida cautelar provisionalísima a la suspensión de la guarda custodia para Arcuri -exmarido de Rivas y el padre de de los dos chicos- y su ejercicio en exclusiva en favor de Rivas”.
La denuncia surge después de que el hijo menor de Juana Rivas arribara a Granada este domingo para disfrutar de las vacaciones de Navidad, en “cumplimiento de una reciente decisión de la Corte de Apelación de Cagliari (Italia)”. Después de su llegada, Rivas junto a su hijo mayor presentaron una denuncia contra Francesco Arcuri por “nuevos hechos que han sucedido en los últimos días”.
Por un lado, estos son responsables de recibir “mensajes de intimidación”. “En concreto, en el primero de ellos el señor Arcuri comunica a Juana Rivas que está en España, en Granada y alrededores“, han detallado los abogados, que consideran que es inusual. “Ayer domingo entregó a su hijo en el aeropuerto de Milán al servicio de acompañamiento de menores de la aerolínea Iberia. ¿Si él también iba a viajar a Granada por qué no acompañó a su hijo de 10 años?”, se cuestionan.
Igualmente, sostienen que “teniendo en cuenta las pésimas relaciones entre ambos, no se comprende por qué Arcuri indica a Rivas el lugar en el que pasa la Navidad”. Finalmente, influyen en la razón del viaje a España y Granada “cuando no tiene familiares ni arraigo”.
Por otro lado, indican que en el mensaje “indica que va a vigilar el ‘maltrato psicológico’ sobre Daniel, lo que resulta paradójico porque la Fiscalía italiana acusa a Arcuri por delito de maltrato familiar”, según informa laSexta. “Y en el segundo mensaje, más breve, dice textualmente: ‘Veo que ya habéis saboteado su teléfono, me dispongo a informar a quien proceda'”, añade la defensa, quien considera “importante destacar que hace unos días el niño dijo ante un juez que no tenía teléfono”.
“Este dato es especialmente relevante porque Juana había presentado en el tribunal unos mensajes de Daniel implorándole ayuda. Estos mensajes han sido analizados por un perito informático que certificó su integridad, acreditando que no habían sido manipulados”, han manifestado.
Por otro lado, también subrayan que “se denuncian las coacciones que Arcuri ha ejercido sobre su hijo menor para que testifique a su favor en el procedimiento seguido en Italia”. “Al llegar a España, Daniel ha relatado estas presiones a su hermano (que ahora es mayor de edad y reside en nuestro país)”, según informa laSexta.
Para finalizar, el equipo jurídico de Rivas afirma: “Ante esta situación, hemos solicitado que se inicie el oportuno procedimiento penal contra Arcuri, y que como medida cautelar se atribuya la guardia y custodia del hijo menor a Rivas”.
Este mes se han revelado más detalles que aclaran este caso de violencia de género, puesto que la Fiscalía de Cagliari presentó un escrito de acusación contra el exmarido por su presunta abuso hacia sus hijos. En específico, se le imputa de acostumbrarse a ambos “habitualmente a violencia física, vejaciones, insultos y amenazas”.
Además, sus letrados divulgaron un vídeo del hijo mayor en el que pide ayuda y, además, pide a la Fiscalía General de Cagliari, mediante un escrito, donde indica: “Conozco a mi padre y sé que no es capaz de controlar su impulsividad y su ira. Mi hermano está en gran peligro”. En la grabación, Gabriel detalló que en 2017 su madre y su hermano le “arrancaron” de su hogar, cuando él tenía 11 años y ella tres. Su hermano argumentó, “actualmente, sigue viviendo en ese infierno” donde él residió hasta los 16.
“Él vive con un maltratador a su lado, tiene miedo de expresar esas cosas porque sabe que su padre puede enterarse de esas cosas y amenazarlo. Él se siente en riesgo de muerte. Yo me he sentido así y mi reflejo lo veo en él”, expresó Gabriel, según informa laSexta.