Hoy: 23 de noviembre de 2024
Con la llegada del verano, el número de abandonos de mascotas en España aumenta, un problema que las autoridades buscan combatir con castigos severos. Las sanciones por abandono animal pueden oscilar entre los 500 y los 50.000 euros, dependiendo de la gravedad del caso, según confirma Confilegal.
La legislación española aborda el maltrato y abandono de animales tanto en el ámbito penal como administrativo para proteger a los animales y reducir estos actos inhumanos. La Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, declara que los animales son seres vivos dotados de sensibilidad, reconociendo su capacidad para experimentar dolor y sufrimiento. Además, establece la obligación de los propietarios de cuidar de su bienestar y evitar cualquier maltrato o abandono.
Esta ley establece mecanismos legales para fomentar la protección animal y prevenir el abandono, un paso significativo hacia la erradicación de estos problemas en España. Se sancionan las infracciones en función de su gravedad:
Además de las sanciones principales, se pueden imponer medidas accesorias como la retirada de armas y la suspensión de licencias en materias reguladas por la Ley 7/2023. En algunos casos, las mascotas son encontradas con claros signos de maltrato, lo que conlleva sanciones más estrictas.
El maltrato animal está tipificado en el Código Penal español, con penas de prisión de 3 a 18 meses o multa de 6 a 12 meses, además de inhabilitación especial de 1 a 3 años para ejercer profesiones relacionadas con animales. Si el maltrato deriva en la muerte del animal, las penas se elevan a prisión de 12 a 24 meses e inhabilitación especial para trabajar con animales de 2 a 4 años.
Si se detecta un animal en estado de abandono o maltrato, es recomendable ponerse en contacto con la Policía, Guardia Civil o con una protectora de animales.
Tener una mascota implica una serie de obligaciones legales reguladas por leyes autonómicas y municipales. A nivel general, todos los dueños de animales de compañía deben cumplir con las siguientes normas básicas: