El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido crear un grupo de trabajo especial con el objetivo de estudiar cómo el uso de la Inteligencia Artificial (IA) podría aplicarse en el ámbito judicial. Este equipo evaluará las implicaciones que tendría para jueces y magistrados el empleo de estas tecnologías avanzadas en el ejercicio de sus funciones.
La iniciativa responde al interés creciente por modernizar la administración de justicia y garantizar su adaptación a los avances tecnológicos. Los vocales encargados de llevar a cabo este análisis son Luis Martín Contreras, María Esther Erice Martínez, José Eduardo Martínez Mediavilla y Alejandro Abascal Junquera.
La creación del grupo está motivada por la reciente aprobación del Reglamento (UE) 2024/1689 del Parlamento Europeo y del Consejo, que establece un marco regulatorio armonizado para el uso de la IA en diferentes sectores, incluida la justicia. Este reglamento busca proporcionar una guía clara sobre cómo integrar la tecnología en los procesos judiciales, asegurando el respeto a los derechos fundamentales y preservando la independencia judicial. El CGPJ considera crucial realizar un análisis detallado del impacto de esta normativa, especialmente en áreas sensibles como la transparencia en la toma de decisiones y la protección de las garantías procesales.
El grupo de trabajo no solo evaluará el impacto normativo, sino que también desarrollará políticas y directrices específicas para la implementación de IA en el sistema judicial. Entre sus tareas iniciales, se encuentra la identificación de aplicaciones potenciales de la IA en la gestión de los procesos judiciales, así como la promoción de proyectos piloto que permitan evaluar su eficacia. El objetivo es establecer un marco que respete los estándares éticos y legales, garantizando que las decisiones asistidas por tecnología sigan siendo transparentes y que se respeten los derechos de las partes implicadas.
A nivel internacional, varios países ya han comenzado a utilizar IA en sus sistemas judiciales con diferentes enfoques. China y Estonia han sido pioneros en la adopción de estas tecnologías, aplicándolas en disputas menores y procesos administrativos. En Brasil, la IA se usa para analizar grandes volúmenes de datos y emitir recomendaciones judiciales en casos repetitivos, mientras que en Estados Unidos se utilizan algoritmos para evaluar riesgos en decisiones de libertad condicional. Sin embargo, estas iniciativas han suscitado debates sobre los posibles sesgos de los algoritmos y la necesidad de una supervisión humana continua.
El CGPJ se enfrenta al reto de integrar la IA en el sistema judicial español , asegurando que esta tecnología no comprometa la autonomía del poder judicial ni los principios de transparencia y rendición de cuentas. Para ello, el grupo de trabajo evaluará los beneficios y riesgos de la IA, buscando crear un entorno seguro y confiable en el que estas tecnologías puedan ser aprovechadas para mejorar la eficiencia de la justicia sin sacrificar sus valores fundamentales.