El pan más grande

5 de diciembre de 2024
1 minuto de lectura
El pan más grande. | Flickr

Ya de niño, Federico García Lorca tenía dilatadas las sensibilidades. Y cuando los pobres iban a pedir comida a su casa de la Huerta de San Vicente, él entraba en las cocinas a partir lo que hubiese y, a escondidas, sacaba de la alacena el pan más grande.

Los pobres son nuestros señores. Puede que alguno esté así por su mala cabeza, pero la mayoría son pobres sin desearlo y sufren al ver que en sus hijos tiemblan las necesidades. Cáritas y Cruz Roja hacen lo que pueden en el desamparo, aunque la soledad íntima de acudir a las dádivas debe ser como una aguja que se clava en la dignidad. En Valencia aún está pasando a causa de una incompetencia incomprensible.

La limosna de ir a la alacena a por el pan más grande es el bocado de la urgencia. Lo deseado sería que, entre todos, supiéramos recuperar a los pobres de la degradación, ofreciéndoles conocimiento y un empeño común de mejorar la convivencia con trabajo. La raíz de este tema sigue sin resolver cuando debiera ser el primer punto de todos los encuentros.

pedrouve

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Dos rostros de la política

El ímpetu de las polarizaciones excluyentes
begoña presidente

Disculpa, presidente

La Santa Madre Iglesia lleva veintiún siglos esperando que llegase la vicepresidenta segunda del Gobierno de España para que le

Reflexiones en positivo: Hay que trabajar

Ahora más que nunca, el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la

Navidad

En ese espíritu hago llegar mis votos a todos mis compatriotas, a los que estamos aquí y a los que