El marco vacío

0
marco
Luis Cernuda. | Fuente: Europa Press / Diputación

Las personas que sufren, piensan, sueñan, es decir, casi todas, dejan una enseñanza continua en sus escalofríos.

Luis Cernuda se fue a Méjico huyendo de muchas tempestades: su sabiduría poética encalló en el olvido ante la burla de los ignorantes, ayudada por su carácter de limón sevillano: «Soy un buen español sin ganas».

En la habitación de su casa mejicana que le brindó Concha Méndez, sobre su mesa de escritorio, un marco vacío:

-En él pondré la foto del amor cuando llegue. 

Y se murió entristecido, con el amor ausente.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí