El grano de la simiente era bueno, escogido para que se multiplicara en la mejor cosecha. Pero la siembra no da los resultados que se buscan porque hay pedregales en algunas orillas; sin disimulo, han crecido espinos que defienden su sitio; y,
La psicología y sociología muchas veces aciertan en el diagnóstico de lo que nos pasa, pero difícilmente encontramos con ellos el remedio para la curación.
Nada más asomarse a los cementerios para comprobar que está lleno de los que se creían imprescindibles. En los textos escritos sobre las lápidas, leemos consignas o abreviaturas que no se corresponden con el “nunca te olvidarán” que tan prontamente se olvida,
Los griegos esculpían en el frontispicio de sus ágoras: “Nada en demasía”. Por eso entiendo que todo lo que se quiera conquistar con moderación es inherente al ser humano. “La demasía” es el disfraz que alienta los desequilibrios.
Cuando Felipe V, el primero de los Borbones, enviudó de María Luisa de Saboya, quedó peligrosamente entristecido porque le faltaban las desembocaduras del amor, que el Rey
Entre las muchos desatinos a los que nos tiene acostumbrados, el Presidente de Gobierno ha querido regalarnos una relajante gracieta asegurando que los fachosferas hubiesen preferido el Cara al Sol, en lugar de Zorra, para presentarla en Eurovisión
Cuando los maestros eran obedecidos en sus insinuaciones, uno de los que tuve más apreciados me indicó que dos libros son indispensables en cualquier pensador que se precie: La Biblia y las Obras Completas de Ortega y Gasset
Como cristiano, es mucho de agradecer que se reciba a los que piensan de otra manera y, si se trata de mayores responsabilidades, aún es más meritoria la atención