Hoy: 23 de noviembre de 2024
Agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional han desarticulado una red criminal internacional dedicada al desbloqueo de teléfonos móviles robados y al robo de la identidad digital de sus víctimas, en una operación coordinada por EUROPOL y AMERIPOL, a través del programa EL PACCTO 2.0.
Denominada KAERB, la operación ha culminado con la detención de 17 personas en seis países –España, Argentina, Colombia, Chile, Ecuador y Perú– y la incautación de 921 dispositivos electrónicos, entre teléfonos móviles, tablets y ordenadores portátiles.
En España, se arrestó a tres personas vinculadas a la organización en Móstoles, Leganés y Manresa. En los registros realizados, se incautaron 47 teléfonos móviles, seis tablets, tres ordenadores portátiles y se bloqueó el acceso a varias páginas web fraudulentas utilizadas por la red criminal. Esta organización operaba mediante técnicas de phishing, smishing y vishing para robar credenciales de acceso a dispositivos electrónicos y tomar el control de la vida digital de las víctimas. Se estima que la plataforma que utilizaban había desbloqueado 1.300.000 dispositivos de alta gama.
La investigación, iniciada en España en julio de 2022, reveló una estructura criminal bien organizada que operaba principalmente en países de habla hispana. La red utilizaba más de 5.300 páginas web falsas, simulando ser del fabricante de los dispositivos robados, enviando mensajes SMS maliciosos a las víctimas para que accedieran a estas páginas y proporcionaran sus claves de desbloqueo. Además, realizaban un perfilado social de las víctimas para personalizar los fraudes y facilitar el acceso a sus dispositivos.
Durante el operativo, se desplegó un Centro de Coordinación en Buenos Aires, Argentina, donde participaron agentes españoles. Entre los detenidos se encuentra el líder de la organización, residente en la provincia argentina de Santa Fe y administrador de la plataforma iServer, la cual ofrecía servicios de desbloqueo a otros ciberdelincuentes. La operación desmanteló la red, apagando los servidores y redirigiendo el tráfico de la plataforma a un dominio controlado por la Policía Nacional.
Se estima que la red criminal operaba desde hace al menos cinco años, con más de 2.000 usuarios registrados y cerca de medio millón de víctimas en países como Chile, Colombia, Ecuador, Perú, España y Argentina. La operación ha sido fruto de la cooperación policial y judicial internacional, y las autoridades continúan trabajando para rastrear los dispositivos robados y no se descartan nuevas detenciones.