Estoy casi seguro que fue Unamuno quien aseguró que El Quijote lo habíamos escrito entre todos. Retomando, entonces, la parte que me corresponde, ahí van sus consejos, que también son los míos, para quienes quieran escucharlos y con ellos comprometerse… mejor nos iría a todos.
-Hay buena y mala fortuna en las pretensiones (dijo don Quijote al saber el nombramiento de Sancho). Que los oficios y grandes cargos no son otra cosa sino un mar profundo de confusiones.
-Primeramente ¡oh, hijo! (prosigue el hidalgo), has de temer a Dios, porque en el temerle está la sabiduría y, siendo sabio, no podrás errar en nada. Lo segundo, has de poner los ojos en saber quién eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento.
-Mira, Sancho, has de saber que la sangre se hereda y la virtud se adquiere.
…Posiblemente Sancho, que pensaba en otra cosa, respondió a su modo:
-Vístanme como quisieren que, de cualquier manera que vaya vestido, seré Sancho Panza.