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Calentar comida para bebés en un microondas libera nanoplásticos

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Un bebé bebe un biberón. | Fuente: Flicker / Europa Press

Según una nueva investigación de la Universidad de Nebraska-Lincoln, en EE UU, dicho aparato es, posiblemente, el medio más rápido para ingerir grandes cantidades de estas partículas 

En EE UU, un estudio de la Universidad de Nebraska-Lincoln, calentar comida de bebés en un microondas libera partículas de plástico. En algunos casos, más de 2.000 millones de nanoplásticos y 4 millones de microplásticos por cada centímetro cuadrado de envase.

Los investigadores de este estudio observaron que tres cuartas partes de las células embrionarias de riñón cultivadas habían muerto a los dos días de ser introducidas en esas mismas partículas.

El equipo comenzó su estudio en 2021, el mismo año en que Kazi Albab Hussain, el autor principal de la investigación, fue padre. Salvo la liberación de partículas de plástico de los biberones, nadie había examinado los tipos de envases y bolsas de plástico comunes en el consumo.

En un experimento, los investigadores llenaron los recipientes con agua desionizada o ácido acético, que simulaba productos como lácteos, frutas y verduras. A continuación, calentaron ambos elementos a máxima potencia durante tres minutos en un microondas de 1.000 vatios.

Más allá de que cada partícula liberada por el microondas dependía del recipiente de plástico y el líquido que contenía, los investigadores descubrieron que los bebés que beben productos con agua calentada y lácteos calentados en microondas consumen más plástico que de otras maneras.

El equipo cultivó y expuso células embrionarias de riñón a las propias partículas de plástico liberadas por los envases. Algo inédito, según Hussain. En lugar de introducir solo el número de partículas liberadas por un contenedor, los investigadores expusieron las células a concentraciones de partículas que los bebés y niños pequeños podrían acumular durante días o procedentes de múltiples fuentes.

Al cabo de dos días, solo el 23% de las células renales expuestas a las concentraciones más elevadas habían logrado sobrevivir. Una tasa de mortalidad muy superior a otras investigaciones sobre microplásticos y nanoplásticos.

Armas contra los microplásticos

A la hora de elegir nuestra comida, “al igual que entendemos el impacto de las calorías y los nutrientes en nuestra salud, conocer el alcance de la ingestión de partículas de plástico es crucial”, destaca Hussain.

“Tengo la esperanza de que llegue un día en que estos productos lleven etiquetas en las que se lea ‘sin microplásticos'”, afirma el investigador.

Recientemente, científicos de otra universidad estadounidense, la de Duke, descubrieron que las sustancias químicas que recubren los microplásticos afectaban a las hormonas reproductivas de los peces. Dicha investigación desmintió la teoría de que los microplásticos en la comida no causaban daños.

Por otra parte, los mejillones eliminan los microplásticos. De hecho, está demostrado que un grupo de 300 de ellos es capaz de filtrar 250.000 piezas de estas partículas por hora.

De todos modos, hay filtros disponibles para atrapar los microplásticos que se desprenden de la ropa sintética. También se puede modificar el lavado semanal para esperar a tener una carga completa, ya que esta reduce la fricción. Esto consigue que menos fibras lleguen al desagüe.

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