En una cumbre en la que España ejerce como anfitriona, Sánchez ha asegurado que “representa un punto de inflexión histórico” dado que supondrá un despliegue sin precedentes “desde la Guerra Fría” en el flanco oriental ante la “amenaza de seguridad” de Rusia
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este miércoles en la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid un refuerzo militar de las tropas estadounidenses en Europa, el mayor desde la Guerra Fría. El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, ha inagurado el foro afirmando que esta cumbre “será histórica y transformadora, en un mundo en el que la crisis de seguridad es la mayor desde la Segunda Guerra Mundial, ante la que los aliados han demostrado unidad”. Ha apuntado que supone “la mayor revisión” de la “defensa colectiva” de la organización desde el final de la Guerra Fría, donde la URSS -ahora la Federación Rusa- era el desafío por antomasia.
El presidente de Estados Unidos ha explicitado el despliegue en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN. Los destructores en España pasarán de cuatro a seis. Asimismo, cambiará el estatus del cuartel general del V cuerpo del Ejército de EEUU en Polonia, que pasará a ser permanente. Se mantendrá en ese sentido el cuartel general de brigada en Rumania, las nuevas defensas aéreas en Alemania e Italia, los nuevos despliegues rotativos en el Báltico, así como el envío de dos escuadrones de F-35 a Reino Unido.
“Juntos, los aliados vamos a asegurar que la OTAN está preparada para enfrentar amenazas de todas direcciones en todos los ámbitos: tierra, mar y aire”, ha trasladado el presidente de EEUU, que a principios de año autorizó el incremento de tropas americanas en Europa de 20.000 soldados a 100.000. “En un momento que Putin ha roto la paz en Europa, EEUU y sus aliados nos estamos reforzando. La OTAN es más necesaria ahora que nunca”, ha agregado.
El jefe de Gobierno noruego ha aludido al “Concepto Estratégico”, la senda táctica que trazará la OTAN para los próximos años que se aprobará en Madrid: “Llevaremos a la OTAN al futuro, en un mundo más competitivo y peligroso. Acordaremos un cambio en defensa, con más despliegues, más fuerzas, más equipos”.
España luce como anfitirona de la cumbre
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha intervenido en el NATO Public Forum organizado por el Real Instituto Elcano y ha resaltado que “esta cumbre representa un punto de inflexión histórico”. Tanto es así, que ha expresado: “El mundo nos está mirando, mostrémosle nuestra unidad”.
En un foro donde España es la anfitriona, ha mostrado el espaldarazo que va a suponer los nuevos acuerdos y acciones de la Alianza Atlántica. “Vamos a reforzar nuestro despliegue en el flanco oriental ante la mayor amenaza de seguridad que se ha cernido sobre Europa desde el final de la Guerra Fría. Todas estas iniciativas exigirán financiación y otra discusión crítica de esta cumbre tendrá que ver con la manera de financiar la misión futura de la OTAN”, ha asegurado.
Sánchez ha querido incidir en que “muchas naciones reconocen la necesidad de aumentar el gasto en defensa” pero “el nuevo ‘Concepto Estratégico’ nos llevará a la nueva década y preparará a la organización para el futuro incierto que nos espera”. Según él, el desafío principal actual se focaliza en la “esfera militar convencional”.
Sin embargo, no ha habido ninguna mención expresa al asunto que se negociaba con anterioridad a la cumbre: la protección del flanco sur en la que España tiene intereses debido a que posee frontera con África en las plazas de soberanía de Ceuta y Melilla. Ello pese a que ayer Biden trasladase a Sánchez la voluntad de aumentar la presencia militar de Estados Unidos en España. En general, también en el área colidante del Sahel donde el terrorismo yihadista y la migración ilegal masiva son una preocupación. Por eso, el Gobierno espera una declaración política de apoyo a España en ese sentido y un compromiso efectivo de la OTAN con este aspecto colmaría las expectativas de España.
Finalmente, el presidente del Gobierno español ha referido que “lo que define esta era es el cambio del equilibrio de poder después del declive relativo de algunas naciones y el aumento de otras, lo que crea nuevas fricciones”. “Lo que nos preocupa más es que se cuestione la naturaleza misma del equilibrio que hemos conseguido en las últimas siete décadas. No podemos tolerar que los países violen y quebranten las normas internacionales”, ha afirmado tajantemente.
Stoltenberg: “Rusia supone una amenaza directa para nuestra seguridad”
Stoltenberg ha expuesto el cambio que va a significar la nueva estrategia respecto a la aprobada en Lisboa hace 12 años, en 2010: “Entonces participó Rusia en la reunión y acordamos que era un socio estratégico de la OTAN. Esto no es el caso ahora, espero que los líderes dejen claro que Rusia supone una amenaza directa para nuestra seguridad, que acuerden invertir, mejorar las defensas colectivas y en disuasión”. También se modifica la consideración de China, una de las potencias mundiales que mantiene una postura pasiva ante la invasión rusa de Ucrania. “China no es adversario, pero supone un desafío”, ha sentenciado Stoltenberg.
En el momento de llegada al evento multilateral, los líderes de los aliados han exhibido ante los medios de comunicación una postura de unidad a favor de Ucrania, así como una gran satisfacción con la inminente adhesión de Suecia y Finlandia en la organización. Esta se produjo el martes en la víspera de la cumbre, cuando Turquía levantó el veto gracias a un pacto antiterrorista que alcanzaron entre los tres países en una reunión que se prolongó durante más de cuatro horas. Turquía pedirá 33 extradiciones de supuesto kurdos “terroristas” a Suecia y Finlandia como moneda de cambio. Todavía queda pendiente el refrendo de dicho ingreso en la organización en los parlamentos nacionales de cada Estado miembro.
En ese sentido, el premier británico, Boris Johnson ha dicho que “la primera lección de hoy es que [Vladímir] Putin esperaba tener menos OTAN en su frontera occidental, pero estaba completamente equivocado: va a tener más OTAN”. Una frontera que se expandiría 1.340 kilómetros, algo totalmente imprevisto en los planes expansionistas iniciales del presidente ruso.