Amor y pedagogía

17 de agosto de 2024
1 minuto de lectura
Confianza I Fuente: Flickr

Lo que somos se ha ido construyendo a base de miradas y paisajes, de pequeñas sabidurías que llegan amontonadas entre constantes equivocaciones. Desaparecen, o no llegan, las arrugas si somos comprendidos, mejor, si sentimos el amor y su latido en la antesala del pecho.

Cuando se es amigo de alguien no se le ven defectos, pero los tiene. Mal haríamos sacándole brillo a una perfección que no ha alcanzado y que, si no se purifica, más que amor, es la arena del desamor lo que le estamos ofreciendo.

Dios hace eso con nosotros amándonos como a hijos, como amigos que conocen confidencia y secretos, sin que deje de amonestarnos cuando se escapan de nuestro compromiso el cansancio de seguirle. Amor y pedagogía para que la humildad regrese a los límites de lo verdadero.

Asegurar la perfección propia o ajena es no haber encendido el candelabro que gobierna las dudas.

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Muchachos indefensos

Cuando la poesía es una esquina añadida a la religión que se profesa, los odios de los demás son apenas

Las maletas de Delcy

Escipión dejó muy claramente dicho que su mayor dolor era entenderlo todo

La ordenación

En ocasión cercana visité nuevamente la hermosa catedral de Jaén

Largo me lo fiáis

Esta frase tan conocida, con pequeños matices, aparece en El Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina y en nuestro