A Yolanda Díaz le ha pasado algo muy grave

26 de febrero de 2025
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A Yolanda Díaz le ha pasado algo muy grave
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante un pleno en el Congreso de los Diputados. /EDUARDO PARRA-Europa Press

Cuidado, a la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, le ha pasado algo grave. En realidad ha sido muy grave. Mientras en este país hay gente preocupada con su hipoteca, con llegar a final de mes, con mantener el empleo o incluso con las bocanadas del despreciable Donald Trump y un nuevo orden internacional, la dirigente de Sumar está abatida, frustrada como mujer y dolida, muy dolida con algo que le ha ocurrido que la tiene trastornada, confusa. Incluso ha sopesado pedir cuatro o cinco días y reflexionar sobre su futuro en la política y si merece su exposición pública después de lo sucedido.

No hay derecho y deben tomarse las medidas oportunas para que, caiga quien caiga, se llegue hasta el final de las responsabilidades de este caso inaceptable con la vicepresidenta del Gobierno. Yolanda Díaz no merece algo así. Es intolerable y es un ejemplo claro de la descomposición de la sociedad española por un patriarcado asqueroso -sic Ione Belarra, dirigente de Podemos- que permanece vivo en las entrañas de este país.

En un acto de valor y coraje la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, lo ha denunciado para que todo el mundo conozca su caso y que no se repitan este tipo de situaciones. Ha dicho Díaz que ella ha vivido situaciones machistas y pone como ejemplo la sufrida en el Congreso de los Diputados en la que un periodista le dijo que «cada vez estaba más guapa».

¡Qué horror, por Dios! ¿A la vicepresidenta le han dicho que cada vez estaba más guapa y no pasa nada? ¿No se pone en marcha la maquinaria judicial para castigar al atrevido plumilla que se dedica a lanzar un piropo a la política en vez de trabajar, que es para lo que le pagan, si es que le pagan porque con esto de los pseudomedios ya ni se sabe? Pero ese es otro debate.

¿A dónde vamos a llegar? ¿Qué país y qué sociedad estamos haciendo si llega un periodista en el Congreso y le dice a la vicepresidenta que cada día está más guapa? Me dan escalofríos porque se empieza por ahí y después se cede el asiento a una mujer en la sala de espera del centro de salud o del autobús, o se le abre la puerta en el portal del edificio y se le deja pasar primero. ¡Incluso en el ascensor! Todo eso es rancio, machista, impropio de un tiempo nuevo.

Estaría mal que dejáramos pasar este hecho como si nada. Hay que actuar y tomar medidas contundentes para que las buenas maneras y la cortesía, incluso la educación, no se disfracen de machismo barato y hagan estragos en las nuevas y viejas generaciones.

Y sí, por tomar medidas entiendo que deberían alcanzar a cortar por lo sano cuando llegan las mujeres a la organización que dirige para denunciar presuntos casos de abusos o agresiones sexuales. No vale ‘hacer un avestruz’ y meter la cabeza bajo tierra para que pase el peligro y mucho menos premiar a los presuntos agresores con cargos de responsabilidad.

PD: ¿Será verdad una publicación en la red social X, en la que una noticia de Antena 3 Noticias refleja que la vicepresidenta segunda le dijo “qué guapo estás” al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi? Impensable. No me lo creo.

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