Hoy: 23 de noviembre de 2024
El Gobierno no ha respondido este miércoles las tres preguntas parlamentarias que le formuló el senador de Compromís, Carles Mulet, a raíz de un audio que publicó en exclusiva FUENTES INFORMADAS el pasado mes agosto en el que se explicitaba el supuesto acoso del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a la examante del rey emérito, Corinna zu Sayn-Wittgenstein. El Ejecutivo, casi dos meses después, ha evitado pronunciarse acerca de la posible destitución de la directora del CNI, Esperanza Casteleiro, a cuenta de estas revelaciones. En cambio, se ha limitado a destacar su compromiso y el del rey Felipe VI con el “proceso de reforma” de la Casa Real para “reforzar la transparencia, rendición de cuentas, eficiencia y ejemplaridad.
“Tanto el Gobierno como el jefe del Estado están plenamente comprometidos con el proceso de reforma inciado de la estructura y el funcionamiento de la Casa de S. M. el Rey, dirigido a reforzar la transparencia, la rendición de cuentas, la eficiencia y la ejemplaridad en Casa Real, que redundará en la modernización y el fortalecimiento de la institución”, ha contestado el Gobierno en su respuesta.
La citada grabación data del 6 de octubre de 2015 y sustenta la pregunta de Mulet, que adjuntaba la noticia que publicó este medio sobre una eventual prueba incriminatoria contra el antiguo jefe del Estado. Esta prueba de cargo sería susceptible de aportarse en el juicio de Londres contra Juan Carlos I derivado de una denuncia de su antigua pareja sentimental por acoso, seguimiento ilegal de agentes del CNI y difamación.
En la cinta Esperanza Casteleiro, y un subordinado acuerdan con el excomisario José Manuel Villarejo y el director de Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), José Luis Olivera, “no calentar” a Larsen para que no revelara los secretos y negocios ilícitos de don Juan Carlos. De esta forma, apoyan la idea de “mantenerla controlada”.
Asimismo, el coronel del CNI y responsable del terrorismo internacional -‘número dos’ de la agencia- Rafael S.P. confirma que se enviaron “mercenarios” a la casa de Corinna. El encargo lo efectuó la agencia de seguridad Algiz, subcontratada presuntamente por el general Félix Sanz Roldán para registrar la casa de la princesa alemana y así llevarse documentación sensible en relación con don Juan Carlos con el pretexto de hacer un barrido.
Tal y como se hizo eco este medio, según fuentes cercanas con a la investigación consultadas por El Periódico de Catalunya, realmente el grupo español Eulen fue el que mandó a Algiz Security en abril de 2012 dicha operación de “control” a Corinna. En esta firma existe una empresa dedicada a la seguridad muy sofisticada que , según fuentes del sector, que extiende su influencia hasta Estados Unidos. Eulen Seguridad, a tenor de las pesquisas, habría utilizado de este modo a Algiz Security como una herramiento o, como señala Corinna en sus denuncias, como una “tapadera”.
Estos hechos conectan con que David Álvarez Díez, presidente de Eulen, obtuvo dos años exactos después de esta operación en Mónaco el premio del marquesado que le concedió Juan Carlos I el 13 de mayo de 2014. Lo acaecido podría ser susceptible de una recompensa a cambio de los servicios prestados.
El propio senador ha asegurado vía Twitter que “el Gobierno no contesta a ninguna de las preguntas formuladas, simplemente se dedica a reconocer que tenemos una Casa Real que está lejos de ser ejemplar”.
En su pregunta del 11 de agosto, Carles Mulet denuncia que ese ‘control’ a Corinna habría sido financiado con recursos públicos, lo cual le conducía a preguntar al Ejecutivo si iba “a cesar de una vez a la actual directora del CNI, como sería deseable”.
El senador por designación autonómica de las Cortes Valencianas planteaba el cese de la actual directora del CNI al situarse en un “continuo foco de grandes escándalos” y citaba “la más cuestionable actuación frente al supuesto espionaje al Presidente del Gobierno y diversos ministros con el sistema ‘Pegasus'”.
El senador Mulet agregaba dos preguntas más referidas al rey emérito donde le plantea al Gobierno si pretende “adoptar a alguna medida dentro de sus posibilidades para declarar persona non grata al ciudadano Juan Carlos de Borbón” porque supone “una sangría a las arcas públicas”.
Por otra parte, y en referencia a unos presuntos casos de “violencia de género proferidos” que atribuye a Juan Carlos, interpela al Gobierno para que se les proporcione a las posibles víctimas de violencia machista «los recursos contemplados en la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género».
Este fue el segundo encuentro en el que Villarejo y Casteleiro, entonces ‘número dos’ del CNI, hablaron de diferentes asuntos relacionados con Corinna y la seguridad del Estado. El audio del primer encuentro, una conversación de casi seis horas, lo publicó en exclusiva FUENTES INFORMADAS el pasado 10 de junio. En aquel encuentro tanto Casteleiro, entonces número 2 del CNI, como Villarejo convienen en que es necesario limar asperezas y buscar un acercamiento con el entonces jefe de los espías, Félix Sanz Roldán. Villarejo se muestra a favor, pero Sanz Roldán no dio señales de vida.
Villarejo terminó en la cárcel, según él por las presiones del CNI sobre los jueces; y, por otro lado, el emérito tuvo que abandonar España varios años después tras salir a la luz la munición en forma de audios que guardaba el comisario; entre ellos, cuatro grabaciones en Londres de él con la princesa Corinna, en las que ella da todo tipo de detalles sobre las comisiones que cobraba el ex jefe del Estado.
En la fecha del nueva reunión que divulgó FUENTES INFORMADAS Villarejo indica que Corinna está muy molesta con las amenazas que asegura haber recibido del entonces jefe de los servicios secretos, Félix Sanz Roldán, tras cortar ella su relación con el rey. El emérito quería recuperar dicha relación a toda costa. Y si no volvía con él, quería que le devolviese los millones de euros que le había regalado o, al menos, eso le dijo a ella Sanz Roldán.
El excomisario incide en que “ella no quiere guerra [con el CNI], lo que no quiere es que le toquen las narices”. De tal modo, el comisario retirado de la Policía cita algunos ejemplos de cómo ella había sentido el aliento del CNI en su nuca: “Ella se sintió atacada cuando lo de Mónaco, cuando les mandaron a los chicos aquellos, a los mercenarios aquellos, y cuando ha ido a dos o tres sitios, se ha sentido vigilada”. Lo ocurrido “fue justo a los pocos meses de lo de la cacería [de Bostwana del 11 de abril de 2012, en la que el emérito mató a un elefante y se rompió la cadera: tras lo ocurrido, pidió perdón desde el hospital en el que fue operado]”, explica Villarejo.