La abogacía como resistencia: la lucha de Ernst Fraenkel contra la dictadura nazi

2 de septiembre de 2022
2 minutos de lectura
María Jesús Díaz Veiga
María Jesús Díaz Veiga

Gracias a mi amigo Jaime Nicolás Muñiz, autor de la traducción y prólogo de la obra El estado dual publicado recientemente por Trotta, he conocido la figura del inteligente y valiente abogado socialista y judío Ernst Fraenkel. Inició su vida profesional como letrado del poderoso sindicato del metal alemán hasta su clausura en 1933 tras la llegada al poder de los nacionalsocialistas. Pese a ello, decidió inicialmente  continuar ejerciendo su profesión hasta que en 1938 les retiraron la licencia a los últimos abogados judíos que la mantenían en el Reich.

En este periodo, defendió a todos aquellos que el régimen nazi consideraba enemigos: comunistas, judíos, luteranos de la iglesia testimonial, testigos de Jehová, etc. Y lo hizo sufriendo en su propia piel la violencia nacionalsocialista creadora del  arbitrario “estado de medidas”, frente al “estado de normas” vigente hasta la llegada de los nazis al poder.

Este conflicto permanente de “medidas” y “normas” se ilustra claramente con el caso del “Queso rancio”. Se acusaba a su defendido del delito de injurias contra el Führer  por habérsele escuchado en una parada de autobús referir que una noticia y foto del partido nazi eran “Queso rancio”. Aunque el cliente podía probar que solo se refería a que era una noticia ya publicada tiempo atrás en una revista de información general,  asesorado por Fraenkel, decidió aceptar una condena privativa de libertad que le retendría  bajo la guarda  de los tribunales por un tiempo corto antes que la libertad bajo la amenaza de una detención por la Gestapo y el sometimiento al imprevisible e impredecible “estado de medidas”. De esta forma,  Fraenkel, conocedor profundo de los engranajes de la justicia alemana, intentaba librar a sus defendidos de las garras del aparato nazi articulado a través de las omnipresentes y arbitrarias “medidas” no sujetas a racionalidad alguna y forzar aquellos argumentos que le permitieran invocar las leyes del ordenamiento jurídico alemán del “estado de normas”.

En palabras del propio Fraenkel “La distinción entre Estado de Derecho y Tercer Reich la podemos formular del siguiente modo: en el Estado de Derecho son los tribunales los que controlan la administración  desde el punto de vista de la legalidad; en el Tercer Reich la autoridad de la policía es la que controla a los jueces, desde el punto de vista de la oportunidad”.

De especial interés para quienes ejercemos la abogacía es la primera parte de su obra: relata una serie de casos a partir de las normas del nuevo régimen y la praxis de las decisiones judiciales de todos los órdenes jurisdiccionales. La inteligencia y la afilada astucia con la que abordaba sus casos es un aprendizaje imprescindible, incluso para quienes en la actualidad nos dedicamos a la defensa de aquellos que no  son precisamente “los poderosos”.

María Jesús Díaz Veiga es abogada.

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Volverá a la pantalla el personaje de Paul Walker en la franquicia 'Fast and Furious'

Volverá a la pantalla el personaje de Paul Walker en la franquicia ‘Fast and Furious’

Se estrenará la undécima entrega de la saga donde traerán de vuelta al personaje de Brian O'Conner…

Las lujosas mascotas de los artistas colombianos: razas exclusivas y precios millonarios

El perro del artista Maluma, un dóberman europeo color marrón puede alcanzar un valor de hasta 3.500 euros, es decir,…
Rihanna brilla durante la premier de 'Los Pitufos' en Bélgica

Rihanna brilla durante el estreno de ‘Los Pitufos’ en Bélgica

La artista protagoniza una nueva entrega que mezcla animación con actores reales…
Cerdán declara en el Supremo por los presuntos amaños de obra pública entre gritos de "corrupto" y "sinvergüenza"

El juez decreta prisión para Santos Cerdán, ex número 2 de Pedro Sánchez, y añade más delitos de los que pedía el fiscal

El ex dirigente del PSOE asegura que todo obedece a una conspiración política porque ha sido él quien ha negociado…