Hoy: 22 de noviembre de 2024
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños viajará a Barcelona el próximo viernes 8 de julio para reunirse con la consellera de la Presidència, Laura Vilagrá, con el objetivo de estrechar las relaciones entre Moncloa y la Generalitat, enrarecidas desde el surgimiento del ‘caso Pegasus’.
La cita se produce con el Debate sobre el Estado de la Nación a la vuelta de la esquina en el que ya se ha proyectado reformar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) e implementar la nueva Ley de Memoria Democrática. A pesar de que Moncloa ha asegurado “contar con los apoyos necesarios de Unidas Podemos”, la tensión acumulada por las discrepancias sobre el presupuesto en Defensa podría trastocar los planes del Gobierno si la formación morada les retira el apoyo.
Por su parte, ERC busca volver a formar parte de la coalición gubernamental, ya sea dentro del bloque de izquierdas, impulsando una mesa de diálogo o fomentando el uso del catalán en el territorio nacional. Aragonés sabe que su respaldo al Ejecutivo podría jugar un papel clave en los intereses de la Generalitat.
Las relaciones entre Cataluña y el Gobierno central comenzaron a enturbiarse cuando se desató el ‘caso Pegasus’, un programa de software altamente sofisticado empleado habitualmente en operaciones de rastreo de datos y en la intercepción de líneas telefónicas.
El pasado 5 de junio se reveló que los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como los del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y la ministra de Defensa, Margarita Robles, habían sido atacados con el mencionado programa. La cuestión se parapetó tras el secreto de sumario, lo que despertó el recelo de varios políticos catalanistas, entre ellos el diputado de ERC, Gabriel Rufián.
Este aseguró en rueda de prensa que “había víctimas de primera y de segunda” y que algunos políticos podían estar bajo una hipotética amenaza tecnológica sin saberlo, pues sus teléfonos no habían siso investigados. Desde ese momento, Moncloa y la Generalitat han organizado tres reuniones para tratar de arrojar luz sobre la polémica, aunque también con claros fines partidistas.