Hoy: 22 de noviembre de 2024
Las autoridades aeronáuticas han denegado la certificación para que los taxis voladores operen en el cielo de París durante los Juegos Olímpicos de 2024. El motivo principal fue un retraso en la aprobación del motor del Volocity, el taxi volador desarrollado por la compañía alemana Volocopter, que no cumplió con los requisitos necesarios para obtener el permiso de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA).
El Volocity realizó un vuelo experimental en los jardines del Palacio de Versalles, utilizando una plataforma creada específicamente para esta prueba. Según informó Aeropuertos de París (ADP), que colabora con Volocopter y el Palacio de Versalles, el vuelo se llevó a cabo sobre los jardines del Grand Trianon y el Palacio de Versalles, demostrando la capacidad del aparato para operar en entornos sensibles y protegidos.
ADP subrayó que, a pesar de las limitaciones actuales, las pruebas con el Volocity continuarán durante el otoño en otras ubicaciones gestionadas por la concesionaria de los aeropuertos parisinos. Los socios en este proyecto mantienen la intención de realizar vuelos experimentales en París antes de fin de año, particularmente en la plataforma preparada cerca de la estación de tren de Austerlitz, que no ha sido utilizada debido a la falta de permisos.
La negativa de la EASA a otorgar la certificación se basó en la detección de vibraciones en el motor, lo que llevó a solicitar al fabricante estadounidense que realice modificaciones antes de avanzar en el proceso de autorización. Esta decisión ha retrasado la posibilidad de ver los taxis voladores en funcionamiento durante los Juegos Olímpicos, a pesar de que el Gobierno francés había autorizado vuelos experimentales condicionados a la aprobación de la EASA.
Por su parte, el Ayuntamiento de París se mostró abiertamente contrario al proyecto de taxis voladores para los Juegos Olímpicos. Argumentaron que estos vehículos beneficiarían únicamente a personas con alto poder adquisitivo, permitiéndoles evitar los problemas de tráfico en una ciudad ya muy congestionada.
El Volocity, en su versión actual, cuenta con dos plazas, una para el piloto y otra para un pasajero. Está equipado con baterías eléctricas que alimentan 18 rotores, permitiéndole despegar y aterrizar verticalmente, características que lo convierten en un candidato prometedor para el futuro del transporte urbano, aunque su implementación en París tendrá que esperar