Madrid ha acogido la primera manifestación contra la OTAN a tan solo dos días de la celebración de la trigésimo segunda cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en la capital de España.
La marcha, según la delegación del Gobierno, ha reunido a unas 2.200 personas, frente a los 32.000 asistentes cifrados por los organizadores. Se trata de la segunda cumbre que acoge la ciudad tras la celebrada hace 25 años.
La manifestación ha tenido lugar el mismo día en que España ha desplegado en la base aérea de Lielvardes, en Letonia, una Unidad de Defensa Antiaérea (UDAA) tipo NASAMS bajo bandera de la OTAN y ha enviado a 85 militares del regimiento de artillería antiaérea nº 73.
En la marcha, convocada por la Asamblea Popular contra la Guerra, la Plataforma Estatal por la Paz y la Asamblea OTAN NO, los asistentes han coreado consignas como “OTAN no, bases fuera” o “gastos militares para escuelas y hospitales”.
El eurodiputado Miguel Urban, ha calificado la cumbre de Madrid como una “mala noticia” que patrocina el “imperialismo norteamericano” de la OTAN que “subyuga” a Europa.
Se da la circunstancia que, tanto en la cumbre de 1997 como en esta de 2022, Ucrania tendrá un papel preponderante y, quizá en aquella reunión de hace 25 años, haya que buscar los orígenes del conflicto actual ruso-ucraniano. Entonces, se sentaron las bases para que Ucrania formara parte de la Unión Europea y de la OTAN aprovechando que, entonces, Ucrania era la tercera potencia nuclear europea.
Este volumen armamentístico ucraniano procedía de su origen ruso cuando formaba parte del Pacto de Varsovia; Ucrania era una de las exrepúblicas socialistas soviéticas y formó parte de la URSS hasta la caída del muro de Berlín. En su territorio se instalaron numerosos misiles nucleares soviéticos. En esta cumbre actual, sin embargo, se estudiará de qué manera seguir ayudando al país en su conflicto con Rusia.