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Siria ahora se enfrenta al ‘narcoestado’ que levantó Bashar al Assad

La droga captagon. | EP

La producción y distribución de captagon, una potente anfetamina, se convierte en el “sector más valioso” de la economía siria

El grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), que recientemente ha asumido el poder en Siria, enfrenta un reto monumental: recuperar una economía devastada tras más de una década de conflicto armado. La crisis económica y humanitaria, agravada por la transformación del país en un narcoestado, sitúa al tráfico de captagon como el principal motor financiero, según datos del Banco Mundial.

La producción y distribución de captagon, una potente anfetamina, se ha convertido en el “sector más valioso” de la economía siria. Expertos internacionales señalan que este fenómeno es una de las consecuencias más claras de la difícil situación que vive el país. Ante la falta de soluciones concretas para cubrir las necesidades básicas de la población, muchos sirios han recurrido al narcotráfico como una alternativa de supervivencia.

En un intento por ganar legitimidad ante la comunidad internacional, HTS anunció, pocos días después de asumir el poder, su compromiso para desmantelar las redes de producción y exportación de esta droga. Sin embargo, el desafío es gigantesco: entre 2020 y 2023, el mercado del captagon generó alrededor de 5.000 millones de euros para la economía siria, según cifras del Banco Mundial.

El impacto regional del captagon

El tráfico de esta droga no solo afecta a Siria, sino que tiene consecuencias en toda la región. Países como Arabia Saudí, Líbano, Irak y Jordania se han visto implicados en esta red, obteniendo beneficios cercanos a los 1.500 millones de euros anuales. Esto refleja la magnitud del problema y su impacto más allá de las fronteras sirias.

La expansión del mercado del captagon tiene sus raíces en la guerra civil siria. Durante el conflicto, el expresidente Bashar al Assad utilizó esta droga como un recurso financiero crucial para costear su esfuerzo bélico y mantenerse en el poder. La falta de alternativas económicas y la destrucción del tejido productivo del país han consolidado al captagon como una de las principales fuentes de ingresos.

Mientras HTS intenta cumplir su promesa de eliminar este mercado ilícito, los expertos advierten que, si no se implementan soluciones económicas y humanitarias reales, el narcotráfico seguirá siendo una opción viable para muchos sirios. La reconstrucción del país, tanto económica como socialmente, dependerá de la capacidad de las autoridades y de la cooperación internacional para ofrecer alternativas que permitan a los ciudadanos dejar atrás esta dependencia del tráfico de drogas.

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