Los suplementos nutricionales son productos que aportan nutrientes concentrados para complementar la alimentación diaria. Pueden incluir vitaminas, minerales, proteínas, aminoácidos, ácidos grasos o extractos vegetales. No reemplazan comidas ni funcionan como medicamentos. Su objetivo es acompañar una dieta equilibrada en situaciones específicas: entrenamientos intensos, embarazo, envejecimiento o deficiencias detectadas.
Claudia Montion, licenciada en Nutrición y especialista en obesidad y nutrición deportiva, señala que muchas personas llegan con la idea de “necesitar” un suplemento, sin evaluar si su cuerpo realmente lo requiere. Por eso es clave entender qué son, para qué sirven y cómo elegirlos de manera segura.
Cuando se usan correctamente, pueden mejorar el rendimiento físico, acelerar la recuperación muscular, potenciar la energía y, en algunos casos, fortalecer el sistema inmunológico. Sin embargo, si se consumen solo porque están de moda, pueden resultar innecesarios e incluso alterar el equilibrio nutricional. No todos los suplementos son adecuados para cualquier persona; edad, hábitos, estado de salud y medicación previa son factores a considerar.
Existen varios tipos según su función: multivitamínicos y minerales, proteínas y aminoácidos, ácidos grasos esenciales como omega 3, probióticos y prebióticos, y compuestos funcionales antioxidantes. Cada uno tiene un propósito distinto y debe elegirse según necesidades individuales.
En Argentina, los suplementos se consideran alimentos y están regulados por la ANMAT. No pueden prometer curas, solo beneficios nutricionales. Todo producto debe estar registrado, mostrar composición, dosis diaria, fecha de vencimiento y advertencias. Esto protege al consumidor y evita la compra de productos falsificados o peligrosos, especialmente en Internet.
Entre los suplementos más populares se encuentran el colágeno hidrolizado, el magnesio, la proteína en polvo, la creatina, el omega 3 y la vitamina D. Cada uno ofrece ventajas específicas, pero no todos son necesarios para todos. Su elección debe basarse en una evaluación profesional y en objetivos claros, no en lo que está de moda en redes sociales.
El consejo principal de los expertos es simple: antes de sumar un suplemento a la rutina, revisa tu alimentación, detecta posibles carencias y consulta a un profesional. Los suplementos pueden ser aliados poderosos de la salud, pero solo si se usan de manera consciente y personalizada.