Quién es el funcionario peronista de Milei

“Sos un chorro, te choreaste una universidad”. Así recibe Alejandro Álvarez a algunos de los rectores que pasaron por su despacho.

Álvarez, conocido en el peronismo como “el Galleguito”, es el subsecretario de Políticas Universitarias de Javier Milei y, según trascendió, lo une al Presidente el resentimiento de no haber podido egresar de una universidad prestigiosa y reconocida, y llegó al gobierno para destruir el sistema público de educación superior.

En su breve gestión, el funcionario de origen peronista le pisó el presupuesto a las universidades y las dejó al borde de no poder abrir sus puertas. Las instituciones deben hacer equilibrio con los mismos fondos que en enero de 2023 licuados por el 300% de inflación.

En la Universidad de Buenos Aires (UBA) el personal docente y no docente realizó un paro el jueves en reclamo de una recomposición salarial. Horas después de conocerse la medida, el gobierno anunció un incremento del 70% sobre los gastos de funcionamiento. Es insuficiente: equivale a una cuarta parte de lo que las universidades necesitan para abrir sus puertas.

Alejandro “el galleguito” Álvarez, titular de la Secretaría de Políticas Universitarias es hijo de Alejandro “Gallego” Álvarez, el fundador de Guardia de Hierro, mítica organización peronista por donde incluso pasó el Papa Francisco.

Guardia de Hierro fue famosa por haber formado a algunos de los principales cuadros del justicialismo, como el Chueco Mazzón, José Luis Manzano, José Manuel de la Sota o Kelly Olmos.

“El galleguito”, sin el talento de su padre puso en marcha varias estrategias para dividir a los rectores de la universidad. Una es la división. A los peronistas les habla mal de los reformistas y viceversa. Sin tener en cuenta que los rectores están todos representados en el Consejo Interuniversitario y que hay diálogo constante entre ellos.

Otra, es la provocación, abrir una grieta en el sector con dar aumentos de presupuestos discrecionales. A peronistas y reformistas amigos y sin criterio.

Y la tercera estrategia es maltratar a los rectores que le piden audiencia. Les falta el respeto, los calumnias y los degrada con insultos, chicanas y acusaciones falsas.

Anuncia con orgullo que cerrará universidades

Álvarez anuncia con orgullo que cerrará las universidades de creación más reciente. No solo las que desactivó Sandra Pettovello, sino muchas de las que abrieron sus puertas en la última década tanto las que abrió el kirchnerismo como el gobierno de Mauricio Macri.

“El Galleguito”, fue un peronista de estirpe. Aunque hoy se presenta como “un enviado de las fuerzas del cielo”, hizo toda su carrera política en el peronismo y fue de los primeros en desembarcar en el kirchnerismo. En 2003 acompañó a Tulio del Bono en la Dirección de Ciencia y Tecnología. También trabajó con Daniel Filmus y como asesor del diputado ultrakirchnerista Gustavo Marconato.

En 2020 se opuso a la ley del aborto y cuando fue sancionada decidió abandonar el peronismo. Tiempo después comenzó a orbitar en el planeta de Milei.

En las universidades hubo sorpresa cuando se enteraron de la designación del Galleguito para un puesto que históricamente ocuparon ex rectores.

“El Galleguito” es profesor en el CBC, nunca tuvo un cargo de gestión, ni siquiera dirigió una carrera”. Quedó resentido como Milei con las universidades públicas porque nunca pudieron acceder a cargos relevantes ni siquiera graduarse. Álvarez hasta perdió concursos docentes en la UBA y en la de Villa María. Justamente la Universidad de Villa María tiene presupuesto para pagar sólo un mes más de luz.

El discurso de Álvarez para cometer atrocidades con las universidades se basa en que en las universidades públicas se persigue a los libertarios e incluso pone como ejemplo a su propia hija. “El Galleguito” dice que le hicieron bullying por ser “pañuelo celeste”, mujeres que se identifican como antiabortistas. Eso nunca se comprobó.

Mala relación

Ahora maldice al peronismo, pero también, su relación con el secretario de Educación, Carlos Torrendell, no es buena.

En un encuentro junto a rectores universitarios, Torrendell intentaba transmitir que aún no tenían claro cuál era el plan del gobierno para las universidades. “El Galleguito” ostentando su prepotencia, lo interrumpió y lo contradijo. Desde ese momento, el titular de Educación dejó de convocarlo a las reuniones.

Otro funcionario del sector educativo muy cercano al PRO, lo calificó como “militante periférico del peronismo que nunca ganó una elección”.

Cuando escucha pedidos de aumento presupuestario, Álvarez amenaza con auditar las cuentas universitarias, incluso de años anteriores. Lo mismo que Milei con los gobernadores.

“Me pusieron para terminar con los curros”, le repite “el Galleguito” a los rectores que pasan por su despacho para advertirle que si no actualiza los presupuestos las universidades públicas no podrán seguir funcionando.